A contracorriente. Una joven emprendedora tuvo que reingeniarse para seguir adelante con su pequeña empresa de confecciones, que estaba montando en el momento en que la pandemia del coronavirus (Covid-19) paralizó toda la actividad comercial en Ciudad del Este, Departamento de Alto Paraná.
Se trata de Fátima Samaniego, quien no se quedó de brazos cruzados y comenzó a confeccionar tapabocas de tela, pero con la calidad exigida por el Ministerio de Salud Pública (MSP). La confección, en menos de dos meses de trabajo, llegó a 15.000 mascarillas de tela lavable.
La joven relató que comenzó a operar en plena pandemia con los recursos humanos hace 45 días aproximadamente. La empresa confecciona los tapabocas por pedidos que hacen empresas del microcentro de Ciudad del Este. Además, de particulares que buscan un diseño diferente y personalizado para sus tapabocas.
EMPRENDER EN LA ERA COVID-19. “Decidimos apostar en prendas deportivas, para lo que invertimos nuestros recursos, pero como vino la cuarentena obligatoria a causa de la pandemia tuvimos que hacer una reingeniería”, dijo.
Ante la paralización de la actividad económica no se rindió y persistió con su proyecto. “Nos reunimos con nuestros colaboradores y vimos que deberíamos trabajar con base en la necesidad actual de la gente, por lo que optamos por la producción de los tapabocas personalizados”, relató Samaniego.
“Apuntamos al mercado interno directamente, porque sabemos que Ciudad del Este va a sufrir mucho todavía por su dependencia de la clientela brasileña y el cierre de frontera. Comenzamos de cero y esperamos ir creciendo como empresa”, sostuvo.
DE PRENDAS DEPORTIVAS A MASCARILLAS. La unipersonal, a la que denominó Premium Sport, está dando oportunidad laboral a 11 personas que por causa de la paralización de las actividades deportivas perdieron sus trabajos en otras empresas más grandes, entre operadores de máquinas de coser, diseñador, sublimador y márketing, además del encargado de seguridad.
“Entramos bien, vendimos a importantes empresas del microcentro, que además de proteger a sus trabajadores están haciendo márketing con los tapabocas, ya que llevan impregnado el logotipo de la firma. Pero nuestro objetivo es que una vez que superemos esto, podamos dedicarnos ya a la moda deportiva y casual, pero ofreciendo buena calidad ante todo”, señaló.
A Fátima Samaniego no la detuvo la pandemia del Covid-19, pero espera que todo pase para dedicarse al rubro de su meta: La confección de prendas deportivas.
Mascarillas con toque personal
La empresa de confección recibe pedidos de barbijos personalizados, con logos de las empresas y otros diseños. “Los clientes interesados en la confección de tapabocas personalizados nos envían una fotografía de lo que quiere, sea el logotipo de la empresa o una fotografía a través de la red social WhatsApp, de ahí ya se trabaja en el diseño, que una vez aprobado por los interesados se envía para la confección. Recibimos pedidos desde una unidad hasta mil y hacemos entrega a domicilio en todo el país”, comentó Fátima Samaniego. El material utilizado es el poliéster, tipo de tela, recomendado por el MSP. El usuario debe desinfectarlo cada 2 horas con alcohol, conforme a la recomendación de la cartera sanitaria.