La prioridad es aprovechar el caudal para enviar las cargas de soja y sus derivados a destino, bajo el riesgo de que hayan perdido calidad al estar expuestas a la humedad y el calor por más de 50 días. La medida resuelve la situación de emergencia por un periodo de aproximadamente dos semanas.
Por su parte, el presidente de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas, José Berea, explicó que en esta ocasión el acuerdo se limita a destrabar el obstáculo para que las embarcaciones que ya están cargadas puedan llegar a los puertos de Palmira y Rosario.
“Es mucho riesgo subir a los remolcadores las barcazas y quedarse atrapadas, entonces no se habló con Itaipú ni con las autoridades, ni en los pedidos estuvo seguir haciendo otro operativo después y seguir cargando”, mencionó respecto a la posibilidad de enviar más camiones con granos de soja hacia terminales portuarias que dan al río Paraná.
El vicepresidente del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos (Cafym), Juan Carlos Muñoz, informó ayer que ya zarparon los convoyes Cavallier XI, Cavallier IV y Cavallier XV.
Asimismo, Sara A estaba también iniciando la navegación, mientras IB Concepción pasó la esclusa de navegación de Yacyretá y estaba previsto que zarparán también San Pedro y Julie.
Al precio promedio de USD 300 por tonelada, los cargamentos con soja representan en total unos USD 60 millones, aunque también hay granos en los depósitos de los puertos y en los silos.
Río Paraguay. El caudal del agua también beneficiará indirectamente al movimiento de remolcadores que parten desde los puertos de Asunción y Central. Aunque el titular de Cafym, Esteban Dos Santos, advirtió que no es suficiente para aumentar la carga de las barcazas que operan entre 50% a 60% de su capacidad.
Exportaciones. Entre enero y abril se enviaron al mercado internacional 2,4 millones de toneladas de granos de soja, siendo Argentina, Brasil y Rusia los principales mercados.
A pesar del bajo caudal de los ríos, en el cuarto mes del año se registró el mayor volumen de exportación con el embarque de 35,4 millones de toneladas. Esto se debe a varios factores como la tardía cosecha, la retención por parte de los productores que esperaban una mejor cotización y el vencimiento de los contratos a fines de abril, cuando muchos agricultores optaron por fijar los precios.