De las urnas saldrán los 200 legisladores que compondrán el Consejo Nacional General (CNG), el máximo órgano legislativo que sustituirá al Consejo Nacional de Transición (CNT), que ha dirigido el país desde poco después del estallido, en febrero de 2011, de la revuelta popular armada que acabó con el régimen del coronel Muamar al Gadafi.
120 de los 200 escaños están reservados para candidatos independientes y 80 para los miembros de los más de dos centenares de partidos que concurren a los comicios.
El Ejército libio ha decretado el estado de alerta para asegurar el desarrollo de las elecciones en los aproximadamente 6.600 colegios electorales, y ha desplegado tres mil soldados que apoyaran a cuarenta mil agentes de seguridad para velar por la seguridad.
Las prerrogativas del CNG serán designar a un presidente y al nuevo primer ministro, después de que la actual asamblea legislativa anunciara hace dos días que la Comisión Constitucional que deberá elaborar una nueva Carta Magna, no será constituida por el CNG, como estaba previsto en un primer momento, sino que será elegida por sufragio universal dentro de cuatro meses.
En las primeras horas de la histórica jornada electoral que se celebra hoy en Libia, la primera desde 1964, el júbilo desbordado de los habitantes de Trípoli, en el oeste, contrastaba con la incertidumbre mostrada por los votantes de Bengasi, donde un colegio electoral fue asaltado por hombres armados.