12 may. 2025

Elección de nuevo Papa: ¿Qué pasará cuando haya fumata blanca?

La elección de un Papa tiene un ritual, no solo en el proceso previo, sino en el inmediatamente posterior.

La Capilla Sixtina apresura sus preparación al cónclave instalando la chimenea, las estufas y sus mesas

Millones de fieles están expectantes a la chimenea de la Capilla Sixtina.

Foto: EFE

Este jueves los 133 cardenales electores – menores de ochenta años– tiene programadas cuatro votaciones, a la espera de saber si tras una de ellas la chimenea sobre la Capilla Sixtina despide humo blanco.

Eso sería indicativo de que un cardenal ha obtenido al menos dos tercios de los votos y se convierte en Pontífice, aunque para oficializarlo tiene que aceptar el encargo y decir con qué nombre quiere ser llamado.

Solo entonces se anuncia al mundo la elección de un nuevo Papa y se abre un pequeño lapso hasta que se asoma al balcón central de la Plaza de San Pedro.

Desde la Capilla Sixtina el elegido es invitado a ir a una habitación cercana, la llamada “Sala de las lágrimas”, donde desde hace días está preparada la vestimenta que puede empezar a usar.

La habitación es conocida con ese nombre porque históricamente es el lugar donde el elegido podía permanecer tranquilo un momento y, eventualmente, rezar y llorar para desahogar la tensión acumulada.

En esa cámara hay tres hábitos largos o sotanas de color blanco de distinto tamaño en función de la altura del elegido, así como cuatro vestimentas cortas tipo sobrepelliz, una muceta o esclavina de color morado y una estola púrpura con decoración dorada.

También, si lo desea, puede escoger entre zapatos de distintos números, fajines, un cordón y una cruz dorada, todo allí dispuesto.

Cada Papa elige cómo comparece ante los fieles en San Pedro y, así, en el caso de los dos últimos Pontífices, el cardenal alemán Joseph Ratzinger salió al balcón con la esclavina y la estola mientras el argentino Jorge Bergoglio optó por aparecer sin esas piezas y se presentó al mundo solo de blanco, con la cruz en el pecho.

El protodiacono, el cardenal francés Dominique Mamberti, es el que anunciará quién es el elegido y el nombre con el que gobernará la Iglesia.

Después el nuevo Papa dirigirá unas palabras a los presentes en San Pedro y hará la bendición Urbi et Orbi.

Fuente: EFE.

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