Si bien en el Sur desde siempre existió el tráfico de drogas, en la actualidad se encuentra en su apogeo.
Para el doctor en Criminología Juan Martens, el Sur desde hace años es “un mercado floreciente criminal”.
La marihuana es, sin duda, la droga por excelencia de las organizaciones delictivas para traficar. Redes de paraguayos y argentinos dominan el negocio ilícito en las ciudades fronterizas. “(...) El cigarrillo, la marihuana, la cocaína, que se consume en Buenos Aires, en gran medida pasa por el territorio de Ñeembucú, Misiones e Itapúa”, indicó Martens a ÚH. Una particularidad que se tiene en esta zona es el ordeño de combustible.
Para el criminólogo, existe colaboración institucional, tanto de lado paraguayo como de lado argentino, para que esto continúe. “Si no hay colaboración de miembros de las fuerzas públicas, de las municipalidades, esto no va a ser posible”, expresó.
También la impunidad juega un papel preponderante para que nuestro país sea un espacio propicio para el crimen organizado, de acuerdo con el abogado. “Hay poquísimos castigos, excepcional es el castigo... si te fijás, incluso la intervención de la Senabico es excepcional, y es de vez en cuando. Son condiciones que posibilitan que el crimen organizado sea un negocio tan floreciente en nuestro país”, manifestó.
Incautaciones de drogas, principalmente de marihuana, procedentes de Paraguay son últimamente constantes en la Argentina. En el portal oficial del Estado argentino, a menudo, se publica sobre estos decomisos en la frontera con nuestro país.
Como los organismos de seguridad se concentran mayormente en el Norte, organizaciones criminales se consolidan en el otro extremo y van ganando terreno.
“Tenemos una presencia muy activa del crimen organizado en varias partes de nuestro territorio, pero principalmente en zona de frontera (paraguaya-brasileña y paraguaya-argentina)”, acotó Martens. El profesional recordó el sonado operativo Sapucay, desplegado hace unos años en la localidad argentina de Itatí, al otro lado del río Paraná, que desarticuló una estructura narco, en el que se vio involucrado el intendente y hasta un juez federal. “Hasta ahora esa estructura opera, hasta ahora usa la ruta que va hasta Itatí, Itá Corá, todos esos son todavía hasta hoy lugares de paso”, comentó.
