08 may. 2024

El síndrome de Jonás

Hoy meditamos el Evangelio según San Mateo 12,38-42.

El papa Francisco en una reflexión en una misa, con respecto a este pasaje dijo: ¿Pero cuál es el signo de Jonás? «La semana pasada -recordó el Papa- la liturgia nos ha hecho reflexionar sobre Jonás. Y ahora Jesús promete el signo de Jonás». Antes de explicar este signo, el papa Francisco invitó a reflexionar sobre otro detalle que se deduce de la narración evangélica: «El síndrome de Jonás», lo que el profeta tenía en su corazón. Él «no quería ir a Nínive y huyó a España», dijo el Santo Padre. Pensaba que tenía las ideas claras: «La doctrina es ésta, se debe creer esto. Si ellos son pecadores, que se las arreglen; ¡yo no tengo que ver! Este es el síndrome de Jonás». Y Jesús lo condena.

El signo que Jesús promete «es su perdón -precisó el papa Francisco- a través de su muerte y de su resurrección. El signo que Jesús promete es su misericordia, la que ya pedía Dios desde hace tiempo: Misericordia quiero, y no sacrificios». Así que «el verdadero signo de Jonás es aquél que nos da la confianza de estar salvados por la sangre de Cristo. Hay muchos cristianos que piensan que están salvados solo por lo que hacen, por sus obras. Las obras son necesarias, pero son una consecuencia, una respuesta a ese amor misericordioso que nos salva». Las obras solas, sin este amor misericordioso, no son suficientes.

Por lo tanto «el síndrome de Jonás afecta a quienes tienen confianza solo en su justicia personal, en sus obras». Y cuando Jesús dice «esta generación perversa», se refiere «a todos aquellos que tienen en sí el síndrome de Jonás». Pero hay más: «El síndrome de Jonás -afirmó el Papa- nos lleva a la hipocresía, a esa suficiencia que creemos alcanzar porque somos cristianos limpios, perfectos, porque realizamos estas obras, observamos los mandamientos, todo. Una grave enfermedad, el síndrome de Jonás». Mientras que «el signo de Jonás» es «la misericordia de Dios en Jesucristo muerto y resucitado por nosotros, por nuestra salvación».

El signo de Jonás nos llama. Que la liturgia del día, concluyó el Pontífice, nos ayude a comprender y a hacer una elección: «¿Queremos seguir el síndrome de Jonás o el signo de Jonás?».

(Frases extractadas de https://www.vatican.va/content/francesco/es/cotidie/2013/documents/papa-francesco_20131014_sindrome-jonas.html).

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