Miguel H. LópezBlas Brítez
Los cómics y los relatos ilustrados volvieron para transformar los textos extensos y densos en propuestas de acceso masivo, lenguaje sencillo y de entendimiento fácil. Estos modos de contar historias, que habían atravesado por una larga etapa de depresión en las últimas décadas en el país, experimentan en la actualidad un momento de auge, en donde académicos, dibujantes, guionistas y firmas editoriales apuestan a un resultado artístico e intelectual de calidad, de contenido ameno y útil.
El Correo Semanal conversó sobre este y otros trabajos con la escritora y miembro de la Academia de la Lengua Guaraní, María Gloria Pereira Mburukujá; y el historiador Fabián Chamorro, quienes desarrollan tareas de escritura y asesoramiento en la elaboración y publicación de estas narrativas gráficas.
Del mito y la historia
María Gloria explica que había un vacío y poca información sobre mitos, leyendas y etnohistoria que impedía que ese tipo de información, exigido en los programas de estudio de los diversos niveles de formación, llegue con fluidez a los jóvenes; además que lo poco que existía no tenía un formato amigable. Ante esta situación, –puntualiza– conversando con la directora propietaria de la editorial Servilibro acordaron embarcarse en la tarea de producir en promedio unos 10 volúmenes de libros que reflejen esos contenidos en formato cómics y otras ilustraciones. “El interés es acercar cultura a la población”.
Así conoció la luz, con importante aceptación, Ayvura Pytã. Textos míticos mbya, la conocida compilación de León Cadogan de los años 40 sobre relatos orales míticos trascendentes de los mbya guaraní del Guairá. El material contiene personajes y diálogos presentes y pasados sobre el complejo texto, en versión original y traducción sobre 3 de los 9 poemas. Hay interés en ampliar en otras ediciones.
Inmediatamente después aparecieron Mombe’ugua ha mombe’upy guaraníme (Mitos y leyendas conocidos y desconocidos) I y II, en versión bilingüe guaraní-castellano, todos bajo la denominación de Mundo Guaraní y utilizando de base la literatura compilada de Rosicrán (Narciso Ramón Colmán). Actualmente –explica– trabaja en un nuevo volumen sobre los Aché, con el que se inaugurará una serie sobre los pueblos indígenas de raigambre guaraní, que habitan la región. En esta última versión, aparte de diálogos y dibujos, también será introducida información básica, ilustrada con fotografías originales. En los próximos números se incluirán aspectos de la gastronomía, el folclore y otros aspectos de cultura popular.
Lenguaje actual
¿Por qué en cómics? La respuesta de María Gloria sintetiza la esencia de este arte con el lenguaje comprensivo audiovisual actual de los jóvenes, configurado por las nuevas tecnologías, las redes sociales y los teléfonos inteligentes.
Este es un lenguaje –expresa– que se volvió muy actual: Parto de mi propia experiencia para dimensionar esta tarea. Yo aprendí a leer a través del cómics, primero con creaciones de Robin Wood y luego Mafalda de Quino. Pensamos que era el momento propicio para producir materiales en un lenguaje accesible.
Evalúa que hay creatividad y hay público para las nuevas propuestas que se basan en un lenguaje que recupera vigencia. El cómic aproxima mucho a la experiencia de las redes virtuales, según la escritora.
Asume que en el proceso de preparación de las publicaciones aprende mucho. Hay lecturas rehechas después de décadas, con una comprensión más madura y acabada y además, en la búsqueda de armonizar los lenguajes para todo público.
Batallas ilustradas
El historiador Fabián Chamorro y el escritor Javier Viveros coordinan Batallas de la Guerra de la Triple Alianza (Editorial Epopeya); es un nuevo emprendimiento de publicación que juntará veinte historias sobre veinte batallas de la Guerra de la Triple Alianza, uno de los dos acontecimientos bélicos internacionales que marcaron la historia paraguaya y la dividieron en dos.
En conversación con ÚH, Chamorro especificó que se trata de “una colección que pretende abarcar la historia militar de la Guerra de la Triple Alianza, e iniciamos con Piribebuy y Acosta Ñu, debido a que este año se conmemoran ciento cincuenta años de aquellas luctuosas batallas”.
Lo que se viene después de estas primeras entregas, es la narración escrita y visual, cronológicamente, de otros importantes episodios de la contienda que duró entre 1864 y 1870.
Apoyo didáctico
El material también tiene un sesgo didáctico “en forma y contenido”, pues según Chamarro, posee “muchos gráficos, croquis, mapas y fotos comentadas”. Esto hace que la orientación del trabajo tenga la posibilidad de ir hacia un público estudiantil, joven y sediento siempre de versiones de nuestra historia que sean amenas y adaptadas al lenguaje contemporáneo. Por ello, el historiador matiza: “Aunque al principio quisimos apuntar a un público estudiantil, al elaborar los textos nos dimos cuenta que podíamos llegar a lectores de todas la edades. Hoy estamos adaptando nuevamente los contenidos ante pedido de instituciones educativas”.
Además de Viveros y Chamorro, en los contenidos se cuenta con el apoyo del también historiador, recientemente incorporado a la Academia de Paraguaya de la Historia, Carlos Von Horoch. Los dibujos son responsabilidad de Daniel Ayala Medina. “Más adelante se sumarán otros estudiosos de la historia militar del Paraguay, como Renato Angulo, Claudio Velázquez y Humberto Trinidad”, acotó nuestro entrevistado.
Preguntado cómo ve el hecho de que la historia se valga de diferentes manifestaciones artísticas para ser contada, expresó: “En los últimos años aparecieron con fuerza varias historietas enfocadas a hechos históricos, especialmente sobre las guerras que tuvo que afrontar Paraguay en el pasado. Guiones y dibujos, en mayoría, producidos por escritores y artistas de nuestro país. También se ve un tibio acercamiento del cine a la historia, limitado aún por la falta de grandes presupuestos”.
Sin embargo, Chamorro lamenta que la expresión artística que más había recogido los ecos de la historia y la intrahistoria del Paraguay hoy lo haga cada vez menos. “Lejos quedó la producción de músicas y artes plásticas en torno a hechos épicos, notándose incluso la falta de escultores para cierto tipo de obras. Creo que la literatura seguirá llenando vacíos, pues aparecieron autores que con creatividad entrelazan la ficción con la gran historia paraguaya”, finalizó.
