El Pontífice tuvo en concreto unas palabras para Venezuela, pidiendo que “el pequeño Niño de Belén” reanime “al querido pueblo venezolano, probado largamente por tensiones políticas y sociales, y no le haga faltar el auxilio que necesita”.
En su tradicional mensaje de Navidad en la plaza de San Pedro del Vaticano, el séptimo desde que asumió el cargo, Francisco exhortó además a la comunidad internacional a “garantizar la seguridad en Oriente Medio, particularmente en Siria”.
El Pontífice alabó asimismo “los esfuerzos de cuantos se están prodigando para favorecer la Justicia y la reconciliación, y se desvelan para superar las diversas crisis y las numerosas formas de pobreza que ofenden la dignidad de cada persona”.
Que Cristo “inspire a los gobernantes y a la comunidad internacional para encontrar soluciones que garanticen la seguridad y la convivencia pacífica de los de la región y ponga fin a los sufrimientos“, sostuvo el Papa.
PAZ AL MUNDO. “Que Cristo sea luz para tantos niños que sufren la guerra y los conflictos en Oriente Medio y en diversos países del mundo“, agregó en alusión a esa parte del globo.
El argentino Jorge Bergoglio llamó también a lograr una solución a la crisis política en Líbano, país de “armoniosa coexistencia” y denunció la acción de los “grupos extremistas en el continente africano”, especialmente en países como Burkina Faso, Malí, Níger y Nigeria.
Al hablar de las diversas zonas del planeta en conflicto, el Papa destacó que los habitantes de la Tierra Santa “aguardan días de paz, de seguridad y de prosperidad”, y mencionó también las “tensiones sociales” en Irak y la “grave crisis humanitaria” que hay en Yemen. Se refirió también a Ucrania “que aspira a soluciones concretas para alcanzar una paz duradera”.
Ayer, en otro mensaje de Navidad común el Papa y el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, apoyaron las difíciles conversaciones de paz en Sudán del Sur, al día siguiente de su aplazamiento hasta principios de enero.
Francisco, que hizo del apoyo a los migrantes una de las prioridades de su pontificado, no pasó por alto en su mensaje Urbi et orbi la crítica a “los muros de indiferencia” a los que se enfrentan los migrantes del mundo.
“Con la esperanza de una vida segura” terminan por sufrir “abusos innombrables, esclavitud de todo tipo y torturas en campos de detención inhumanos”, remarcó el Pontífice de 83 años.
TRADICIÓN. La bendición Urbi et orbi la imparte el Papa desde el Vaticano dos veces al año, en Semana Santa y Navidad. Durante su tradicional homilía de Navidad, el martes por la noche, el Pontífice enfatizó la importancia del amor “libre” frente a la lógica del mercado.
“No esperemos a que nuestro prójimo se vuelva bueno para hacerle el bien, que la Iglesia sea perfecta para amarla, que otros nos consideren para serviles. Comencemos como los primeros”, manifestó Jorge Bergoglio en Nochebuena.
Este año, las festividades están marcadas por el regreso a Tierra Santa de lo que se considera un fragmento de la cuna de Jesús, un regalo del papa Francisco que se recibió en Jerusalén y luego se transfirió a fines de noviembre a Belén, después de estar 1.300 años en Europa.
La imagen de la Iglesia Católica está ensombrecida en varios países por los enormes escándalos de abusos sexuales cometidos por el clero, y actualmente el Papa trata de llevar a cabo una reforma de las finanzas de la Curia.
Invitó al amor “incondicional” y “gratuito”
El papa Francisco defendió en la noche del martes último, durante la misa de Navidad, el amor “incondicional” y “gratuito” por el prójimo, incluso ante las peores conductas como condición esencial para cambiar el mundo y lograr la paz.
“La Navidad nos recuerda que Dios sigue amando a cada hombre, incluso al peor”, afirmó el Papa argentino ante miles de fieles reunidos en la basílica de San Pedro para la misa de Gallo que conmemora el nacimiento de Jesús.
“Su amor es incondicional” incluso si “tienes ideas equivocadas y que hayas hecho de las tuyas”, explicó el papa. “Aún en nuestros pecados continúa amándonos. Su amor no cambia, no es quisquilloso; es fiel, es paciente”, insistió.
La misa de Nochebuena celebra el nacimiento de Jesús, según la tradición. En tanto, ningún texto indica el día del nacimiento y el festejo del 25 de diciembre se eligió en el siglo IV. AFP