El director de la oficina de prensa del Vaticano, Matteo Bruni, explicó a los periodistas que la visita del pontífice al país árabe “respetará todas las medidas que han sido solicitadas y que están en vigor por el Gobierno iraquí y las autoridades eclesiásticas”.
Desde el Vaticano insistieron en que el papa viajará en un vehículo cerrado para evitar y que ninguno de los actos previstos congregará a más de 100 personas “para minimizar el riesgo”. A excepción de la misa en el estadio de Erbil, la capital del Kurdistán iraquí, en la que se ha previsto una asistencia para 10.000 personas, cuando puede contener hasta 30.000, explicaron.
“ACTO DE AMOR”. ”No ha sido fácil, pero este es probablemente el primer momento posible para un viaje como este. Se han tomado todas las precauciones desde el punto de vista de la salud, pero quizás la mejor forma de interpretar este viaje es como un acto de amor. Por esta gente, por estos cristianos. Y todo acto de amor puede interpretarse como un gesto extremo”, aseguró Bruni.
Asimismo, recordó que “habrá toda una comunidad, un país que podrá seguir este viaje a través de los medios” y que Francisco ya explicó que, aunque no puedan acudir a verle en los actos, los iraquíes sabrán por la televisión que el papa está con ellos y que ha venido hasta su país a verles.
Por ello, el pontífice también visitará Qaraqosh, una ciudad de mayoría cristiana de la que tuvieron que huir más de 150.000 personas en sólo una noche por la llegada de los yihadistas del Estado Islámico (EI). EFE