07 feb. 2025

El papa Francisco pide paz en Jerusalén en su mensaje de Navidad

Ante 50.000 personas en su tradicional discurso de Urbi et Orbi, el Papa dijo esperar que prevalezca la voluntad de reanudar el diálogo entre las partes implicadas para alcanzar una solución negociada.

Mensaje.  El Papa realizó la tradicional bendición Urbi et Orbi ante unas 50.000 personas.

Mensaje. El Papa realizó la tradicional bendición Urbi et Orbi ante unas 50.000 personas.

AFP

CIUDAD DEL VATICANO

El papa Francisco pidió ayer paz para Jerusalén y toda la Tierra Santa y un diálogo sereno en Venezuela, al pronunciar su mensaje Urbi et Orbi de Navidad en la Plaza de San Pedro.

Ante unas 50.000 personas que escuchaban su tradicional discurso, el Papa argentino dijo esperar que prevalezca la voluntad de reanudar el diálogo entre las partes implicadas para alcanzar una solución negociada, que permita la coexistencia pacífica de dos Estados.

Tras la decisión del presidente Donald Trump, de reconocer la llamada Ciudad Santa como capital de Israel, el Papa ya instó recientemente a mantener el statu quo de Jerusalén, conforme a las resoluciones de Naciones Unidas.

El controvertido anuncio, hecho el 6 de diciembre, ha provocado manifestaciones casi diarias en los territorios palestinos, y ensombreció las fiestas navideñas para los cristianos palestinos.

En la plaza del Pesebre, en Belén, reinaba un ambiente más bien alicaído, a pesar de las canciones navideñas que sonaban en los altavoces.

Varios cientos de palestinos y turistas extranjeros desafiaron al frío para contemplar un desfile de jóvenes, cerca de la iglesia de la Natividad donde, según la tradición cristiana, María dio a luz a Jesús. Es triste, la gente sale poco, dijo Nahil Banura, un palestino cristiano.

En su mensaje navideño, el papa Francisco también hizo alusión a Venezuela y pidió un diálogo sereno. “Confiamos Venezuela al Niño Jesús para que se pueda retomar un diálogo sereno entre los diversos componentes sociales por el bien de todo el querido pueblo venezolano”, dijo el Pontífice desde el balcón de la Basílica de San Pedro.

El Papa también habló de los niños sirios, “marcados aún por la guerra que ha ensangrentado ese país en estos años, esperando que Siria se comprometerá a reconstruir el tejido social con independencia de la etnia o religión”.

También hizo hincapié en los niños de Irak, un país que todavía sigue herido y dividido por las hostilidades de estos últimos 15 años, y los de Yemen, donde existe un conflicto en gran parte olvidado.

En referencia a la situación entre Corea del Norte y Corea del Sur, Bergoglio instó a rezar para que en la península coreana se superen los antagonismos y aumente la confianza mutua por el bien de todo el mundo. Francisco también tuvo unos palabras para los migrantes, un tema que ya abordó en su homilía de Nochebuena, la víspera. “Vemos a Jesús en tantos niños obligados a abandonar sus países, a viajar solos en condiciones inhumanas, siendo fácil presa para los traficantes de personas”, afirmó.

Critica situación de los niños
El papa Francisco criticó ayer la situación de los niños obligados a trabajar desde una edad temprana y a abandonar sus países, en su mensaje Urbi et Orbi en la Plaza San Pedro del Vaticano. El Pontífice afirmó que “vemos a Jesús en aquellos niños cuya infancia fue robada, obligados a trabajar desde una edad temprana o alistados como soldados mercenarios sin escrúpulos”.