Nacido en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936, Jorge Mario Bergoglio se ha convertido en uno de los diez papas más longevos de la historia moderna de la Iglesia Católica, según algunos especialistas.
En esta clasificación que tiene en cuenta solo la historia reciente de la Iglesia, el papa más anciano fue León XII, que falleció el 20 de julio de 1903 a los 93 años.
Francisco se ha recuperado perfectamente de su operación de colon del 4 de julio, por la que estuvo 10 días ingresado y pasó algún tiempo recuperándose en el Vaticano.
Fueron momentos, como él mismo desveló en una entrevista a la emisora Cope, en los que “sopló brisa o tormenta de cónclave”, pero que acallaron sus apariciones en buena forma y sus declaraciones de que jamás ha pensado en renunciar.
El Papa insistió el viernes en que “la comunidad internacional intensifique su esfuerzos de cooperación para que todas las personas tengan un acceso rápido a las vacunas”, durante su discurso a los nuevos embajadores ante la Santa Sede que han ocupado sus cargos este año.
“La realidad de la pandemia en curso nos recuerda de nuevo que somos “una comunidad global donde los problemas de una persona son los problemas de todos”, dijo citando su encíclica “Hermanos todos”.
Afirmó que lo que el mundo necesita aprender de la pandemia es “la necesidad de cultivar las relaciones y facilitar el entendimiento mutuo con personas de diferentes culturas y orígenes, para trabajar juntos en la construcción de un mundo más justo”. EFE