El padre Benito está evolu- cionando favorablemente, según el último reporte médico. Sus allegados comentaron ayer que responde a los estímulos y se despierta de a poco. “Hay una esperanza”, dijeron.
El responsable de la Pastoral Social, Ricardo González, pidió que la feligresía siga orando por el pa’i Benito. El religioso, que sufre diabetes y es hipertenso, cumplió casi 20 años como párroco de la Recoleta, hasta que fue jubilado por la Arqui- diócesis de Asunción, aunque decía que tenía fuerzas para seguir trabajando.
Benito, de 73 años, es oriundo de la compañía Calistro de Carapeguá, es el 5º hijo entre 17 hermanos y lleva más de 43 años de sacerdocio.
En la Recoleta es conocido como el “Padre de los pobres”, porque construyó una casa de acogida de adolescentes y embarazadas llamada Rosa María, así como salones velatorios para pobres, un comedor en la casa parroquial y uno más en el barrio Santa Lucía.