Agrega que la larga cuarentena afectó el consumo en forma severa y aunque en los últimos meses registró una relativa mejora, gracias a la flexibilización de las fases, aún se encuentra muy por debajo del nivel del 2019, o sea de la prepandemia.
La analista de Ferrere resalta que ante el panorama incierto al que nos somete la pandemia, todos prefieren volcarse hacia el ahorro y ser más cautelosos en sus niveles de consumo y gastos. “Vemos que el consumo se encuentra en estos momentos muy concentrados en los bienes esenciales y eso es muy típico de las situaciones de crisis como la que estamos viviendo, porque el consumidor opta por una posición más cauta y su consumo lo dirige más hacia bienes que son esenciales, como los alimentos, y pospone el consumo de bienes que son considerados de lujo”, explica Goto.
Las ventas. En el rubro ventas, la afectación más severa recayó sobre los bienes menos esenciales como los automotores y las prendas de vestir, que todavía muestran caídas significativas de dos dígitos si se comparan con los niveles de 2019. “Notamos una recuperación asimétrica en todo el sector comercial, en tanto que aquellos bienes como los alimentos muestran una mejor recuperación. Lo mismo pasa con las importaciones, en donde los alimentos siguen liderando por frente a automotores, tabaco y textiles”, asegura. En tanto que se notó una situación particular e inédita con los electrodomésticos, que mostró una recuperación más rápida.
Goto considera que esto se debió a la situación de confinamiento en que muchas familias decidieron adquirir artefactos para el hogar considerados esenciales para una mejor convivencia.