No solo Federer se llenó de lágrimas tras el partido, sino también Nadal se sumó con las suyas a las emociones fuertes de las que un público de 17.000 personas fue testigo en el O2 Arena de Londres.
“Ha sido un día maravilloso. Estoy feliz, no triste. He disfrutado de ponerme mis zapatillas una última vez. He tenido a mis amigos aquí, mi familia, a compañeros... Estoy muy contento de haber jugado el partido”, expresó el hoy ex jugador entre lágrimas que se extendieron durante toda la ceremonia.
Finalmente, el ganador de 20 Grand Slam cerró: “Nunca hubiera esperado todo esto. Yo solo quería jugar al tenis. Ha sido perfecto, lo haría de nuevo. Mi final ha sido como lo deseaba”.