A partir de ahora comenzarán las negociaciones comerciales, donde los proveedores e importadores acordarán los cortes de carne y precios, que a su vez las industrias paraguayas analizarán en qué medida les conviene.
Por ejemplo, los compradores pueden pedir solo cortes permitidos por la religión musulmana, que practica la mayoría de la población, como en el caso de Israel, que importa solo cortes Kosher, que entre otras características garantiza que la carne provenga de un animal cuyo sufrimiento se minimiza al momento del sacrificio.
FISCALIZACIÓN. Arabia Saudita no envió una misión técnica como lo hacen otros destinos como la Unión Europea o Israel antes de habilitar la importación de carne, pero pudo haberse guiado por los estándares de calidad de estos últimos mercados para calificar al producto paraguayo.
De acuerdo a Burt, más adelante también podrían enviar fiscalizadores para visitar los frigoríficos y establecimientos ganaderos; por el momento, Arabia Saudita recibió gran cantidad de documentos por parte del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal acerca de las características de las plantas industriales, fotografías e información sobre los análisis de residuos de medicamentos.
MUNDO ÁRABE. Entre los miembros de la Liga Árabe a donde Paraguay envía carne bovina se destaca Kuwait, que en el 2019 compró 3.796 toneladas por USD 17,4 millones. Le siguen Líbano, Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Qatar, aunque hay otros tres destinos que importaron menos de 200 toneladas, pero a un buen precio, como el caso de Bahrein, que pagó más de USD 5.000 por tonelada.