El mandatario se refería al valor de al menos el 50 por ciento de las acciones de Techint en la siderúrgica, nacionalizada por su gobierno en mayo pasado y que pasó al control operativo del Estado venezolano el 12 de julio.

Al nacionalizar Sidor en mayo pasado, Chávez la renombró como “Siderúrgica Alfredo Maneiro”. EFE | Ampliar imagen
Sidor es la mayor siderúrgica de la región andina y caribeña. Fue fue privatizada en 1997 cuando el grupo Amazonia pagó 1.200 millones de dólares por el control del 60 por ciento de sus acciones.
El grupo Amazonia, constituido por Ternium (86 por ciento) y la argentina Siderar (14 por ciento), ambas de Techint, controla el 60 por ciento de Sidor, mientras que el paquete restante se divide entre empleados (20 por ciento) y el Gobierno venezolano (20 por ciento).
Ternium es una de las mayores siderúrgicas de América, con sus principales operaciones en México, Venezuela y Argentina. Registra ventas anuales por 10.000 millones de dólares, con despachos de unas 12 millones de toneladas de productos terminados de acero, según datos de la empresa.
En principio la Techint pidió un “precio por las nubes” de “4.000 millones de dólares” por su mayoría de accionarial en Sidor, recordó Chávez durante una reunión ordinaria del Consejo de Ministro.
El mismo día en que el Estado asumió el control de la siderúrgica, el gobierno anunció que alcanzó un “acuerdo amistoso” con Techint para proseguir las negociaciones por el 50 por ciento de las acciones, ya que el grupo ítalo-argentino mantendrá el restante 10 por ciento.
Ternium negó el miércoles versiones de la prensa argentina según las cuales Techint había llegado a un acuerdo con el Gobierno de Chávez para traspasar al Estado el 50 por ciento de sus acciones en Sidor a cambio de 1.650 millones de dólares.
“Las negociaciones con el Gobierno venezolano siguen su curso”, señaló un comunicado enviado a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, donde se cotizan las acciones de Tenaris y Siderca, dos de las compañías del grupo.
Al nacionalizar Sidor en mayo pasado, Chávez la renombró como “Siderúrgica Alfredo Maneiro” y anunció la incorporación a la nómina de sus trabajadores de todos los “tercerizados” o contratados externos.
Antes de la nacionalización, la empresa contaba con una plantilla de 4.500 trabajadores directos y otros 5.600 contratistas, a los que se ha prometido incluir en la nueva nómina pública.