15 ago. 2025

El dinero sirve, pero la codicia mata

Hoy meditamos el Evangelio según san Lucas 12, 13-21.

El papa Francisco reflexionó: “El dinero sirve para realizar muchas obras buenas, para hacer progresar a la humanidad, pero cuando se transforma en la única razón de vida, destruye al hombre y sus vínculos con el mundo exterior. Es esta la enseñanza que el papa Francisco sacó del pasaje litúrgico del Evangelio de Lucas (12, 13-21).

Al inicio de su homilía el Santo Padre recordó la figura del hombre que pide a Jesús que intime a su propio hermano para que reparta con él la herencia. Para el Pontífice, de hecho, el Señor nos habla a través de este personaje «de nuestra relación con las riquezas y con el dinero».

Un tema que no es solo de hace dos mil años, sino que se representa todavía hoy, todos los días. «Cuántas familias destruidas –comentó– hemos visto por problemas de dinero: ¡Hermano contra hermano; padre contra hijos!». Porque la primera consecuencia del apego al dinero es la destrucción del individuo y de quien le está cerca. «Cuando una persona está apegada al dinero –explicó el Obispo de Roma– se destruye a sí misma, destruye a la familia».

Cierto, el dinero no hay que demonizarlo en sentido absoluto.

«El dinero –precisó el Papa Francisco– sirve para llevar adelante muchas cosas buenas, muchos trabajos, para desarrollar la humanidad». Lo que hay que condenar, en cambio, es su uso distorsionado.

Al respecto el Pontífice repitió las mismas palabras pronunciadas por Jesús en la parábola del «hombre rico» contenida en el Evangelio: «El que atesora para sí, no es rico ante Dios». De aquí la advertencia: «Guardaos de toda clase de codicia». Es esta en efecto «la que hace daño en relación con el dinero»; es la tensión constante a tener cada vez más que «lleva a la idolatría» del dinero y acaba con destruir «la relación con los demás». Porque la codicia hace enfermar al hombre, conduciéndole al interior de un círculo vicioso en el que cada pensamiento está «en función del dinero».

De ahí el deseo de que «permanezca hoy en nuestro corazón la palabra del Señor», con su invitación a mantenerse lejos de la codicia, porque, «aunque uno esté en la abundancia, su vida no depende de lo que posee»”.

(Frases extractadas de https://w2.vatican.va/content/francesco/es/cotidie/2013/documents/papa-francesco_20131021_dinero-codicia.html).