En la tarde de ayer, cuando los agentes intervinieron para dispersar a los últimos manifestantes en torno a la estación de Lyon, fueron arrestadas 37 personas, indicó la Prefectura de Policía. Una cifra aún provisional, precisó una portavoz policial.
En las cercanías de la estación, algunos de los participantes en la protesta dejaron un escenario de coches volcados, motocicletas, bicicletas, vallas y contenedores incendiados, así como paneles publicitarios y paradas de autobús reventados.
En esa misma área se produjeron enfrentamientos con las fuerzas del orden, a las que lanzaron diversos proyectiles, y que respondieron con gases lacrimógenos y con cargas.
“Las fuerzas del orden intervienen sistemáticamente para poner fin a las acciones cometidas por grupos violentos”, señaló la Prefectura.
Los participantes pedían la dimisión al presidente francés, Emmanuel Macron, y la de su Gobierno, además de exigir el retiro de la reforma del sistema de pensiones. Los chalecos amarillos se manifiestan los fines de semana desde noviembre de 2018. EFE