Las grandes diferencias del rally sudamericano provendrán de la altitud que alcanzará la caravana dakariana, hasta los 4.000 metros sobre el nivel del mar, y el calor que reinará en enero en el hemisferio sur, que será mayor que el que reservaba al rally el desierto del Sahara, según desvelaron los organizadores.
Tras cien días de reconocimiento de las pistas, el director del rally, Etienne Lavigne, desgranó en París los 9.500 kilómetros de la prueba, 5.650 de ellos cronometrados, en una “aventura” que definió como “cien por cien Dakar”.
Lavigne recordó que el rally tuvo que abandonar África por los problemas de terrorismo que vive Mauritania, lugar esencial de paso de la caravana, y agradeció la acogida de Argentina y Chile, donde, aguardan una “histeria colectiva” del público con la carrera.
También destacó que las principales estrellas del Dakar estarán en la edición sudamericana “pese al contexto económico difícil que vive el mundo y a las turbulencias que atraviesa la disciplina”.
El Dakar reunió a 188 participantes en moto, 230 en coche, 30 quads y 83 camiones, procedentes de 49 países, una nómina similar a la que tomó la salida de Lisboa hace dos años. Entre ellos se encuentran los principales tenores de la disciplina. Marc Coma y Cyril Despress están registrados en el apartado de dos ruedas.
Los Volkswagen de Carlos Sainz, Giniel de Villiers o Mark Miller tratarán de arrebatar la hegemonía a los Mitsubishi de Stéphane Peterhansel, defensor del título, Luc Alphand o Nani Roma.
El rally se presentará en la avenida “9 de julio” de Buenos Aires el 2 de enero y se lanzará al día siguiente hacia la Pampa. La llegada a la misma ciudad argentina se hará en La Rural, la antigua feria de ganado de la capital, donde será consagrado el primer ganador del Dakar sudamericano. (EFE)