Apenas anunciado el bombardeo que cobró la vida del general iraní Qasem Soleimaní, el crudo aumentó 4% y luego cerró con alzas ante el temor de una escalada bélica en una zona neurálgica para el mercado petrolero mundial.
En Londres, el barril de Brent en los contratos para marzo terminó con alza de 3,5% en 69,16 dólares, su precio más alto desde setiembre último. En Nueva York, el barril de WTI (West Texas Intermediate) para febrero subía 3,1% a 63,84 dólares.
Según Thina Margrethe Saltvedt, una analista de Nordea Markets, las represalias de Irán provocarían ataques “instalaciones petroleras o infraestructuras de transporte”.
bolsas. Las bolsas también se crisparon luego del ataque en Bagdad y solo algunas europeas cerraron en alza.
La bolsa de París ganó 0,04%, Londres un 0,24%, mientras que Fráncfort perdió 1,25% y Milán un 0,56%. Nueva York operó en baja buena parte de la jornada. Sus índices venían de lograr nuevos récords el jueves, pero el mercado se sacudió tras la acción de EEUU y la amenaza de venganza de Irán.
Patrick O’Hare, analista de la firma Briefing.com de Nueva York, señaló que “el mercado estaba comprando mucho desde hace algún tiempo” y la muerte de Soleimaní serviría para aceptar un repliegue bursátil que se anticipó.
“Sin embargo, si rápidamente el mercado rebota, podría invitar a mayores excesos especulativos que podrían amplificar los inconvenientes”, añadió O’Hare.
Según Cailin Birch, economista de The Economist Intelligence Unit, los mercados temen sobre todo “un conflicto más amplio”, lo cual “podría arrastrar a Irak, Arabia Saudita y a otros”.
“También existe un riesgo significativo de que Irán lance un ataque selectivo contra barcos estadounidenses en la región, lo que podría interrumpir los flujos de petróleo en el mar y provocaría que los precios vayan en aumento”, explicó la experta sobre el eventual escenario.