18 sept. 2025

El complejo sojero apunta a duplicar el ingreso de divisas

Los exportadores estiman que al cierre del 2023 podrían ingresar al país alrededor de USD 4.500 millones a través de la soja y sus derivados, teniendo en cuenta el panorama positivo por el interesante volumen disponible y los precios internacionales, a diferencia del año pasado cuando se consiguió solo la mitad de los valores.

De unas exportaciones que arrojaron USD 2.347 millones en el 2022, el repunte escala a casi al doble en los valores con los granos, aceite, harina y otros residuos de la soja. En la temporada anterior los productores habían reportado una caída de casi 70% en la producción, lo que significó bajísimos ingresos desde el exterior.

Esta vez, las estimaciones apuntan a 8,5 millones de toneladas, de las cuales unas 5,3 millones irían para exportación en estado natural y alrededor de 3,5 millones para su procesamiento en las industrias.

Son casi 9 millones de toneladas que ayudarían a alcanzar los USD 4.500 millones para diciembre.

“Es un año bueno, permite apuntalar la recuperación del sector después de un golpazo fuertísimo como fue el año pasado, la logística está funcionando bastante bien, tenemos todo lo que es la logística interna, la gente está trabajando”, dijo al respecto el representante ejecutivo de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas, Hugo Pastore.

En la parte logística se refirió al flete interno, donde la crispación con los camioneros tiene una pausa en medio de una fluidez en el movimiento del sector. Asimismo, acompaña el buen caudal de los ríos Paraná y Paraguay, que en años anteriores complicó la exportación de los productos primarios vía fluvial.

La recuperación de las cifras se observa desde marzo, cuando la cosecha masiva empezó a moverse a los silos y puertos. En el primer trimestre se enviaron casi 2 millones de toneladas de granos, harinas y aceites por más de USD 1.000 millones, de acuerdo al informe de comercio exterior del Banco Central del Paraguay, números que mostrarán más crecimiento en la actualización de datos que debe presentar la banca matriz sobre el primer cuatrimestre del año.

Negociaciones. A finales de abril vencieron la mayoría de los contratos entre productores y exportadores. Pastore estima que el 70% de la producción ya está comercializada y que el resto los agricultores irán vendiendo según el comportamiento de los precios internacionales.

La evaluación de los productores es similar. El titular de la Asociación de Productores de soja, Eno Michels, dijo que muchos agricultores aprovecharon la buena cotización, pero otros siguen teniendo granos en los silos debido a que los precios bajaron en torno al 18% cada bolsa.

En promedio, cada tonelada de granos se exportó a USD 555 al cierre de marzo, valor que podría decaer un poco, teniendo en cuenta que la soja se está depreciando en la Bolsa de Chicago.

Desempeño disparejo. Michels recordó además que las áreas de cultivo mostraron diferentes rendimientos; por ejemplo, en las zonas del Norte hubo nuevamente caídas en el volumen como consecuencia de la falta de humedad.

Actualmente está terminando la cosecha de la soja zafriña, que se destina en forma de semillas para la próxima campaña que arranca en setiembre.

La mayor preocupación es el maíz, que el año pasado tuvo un comportamiento récord y dio un respiro por la pérdida de la soja. En este 2023 hubo menos tiempo para apostar por este rubro y como su siembra se dio de manera tardía, corre más riesgos de sufrir los efectos de la helada.