El partido fue muy agradable, un verdadero clásico, con mucho orden, pero en el balance final el más claro, preciso y contundente fue Rubio Ñu, que marcó 2 goles para vencer a Trinidense, ante muy buena cantidad de aficionados.
Los dirigidos por Francisco Arce mostraron más juego, con sucesivos toques y con jugadas de pizarra, con pelota parada. A los 19 minutos de juego, el equipo albiverde abrió el marcador de un tiro libre ejecutado por Roberto Acuña que cedió el balón al ras del suelo para Néstor Camacho, que remató con clase, de zurda y colocado para batir la valla del portero Horacio González de Triqui. Así se fueron los primeros 30 minutos con la mínima diferencia para Rubio Ñu. Acuña fue el eje en el medio campo en la primera mitad.
En el complemento, Trinidense buscó emparejar el cotejo, más con guapeza que con claridad, por intermedio de Aldo Vera, que pudo emparejar de cabeza. Se sumaron para aportar en ofensiva Jesús Martínez, que tomó las riendas del equipo, Kevin Díaz y Rolando Renaut.
El partido fue de ida y vuelta en la complementaria, hasta que Camacho habilitó a Carlos Neumann que picó y eludió a González para decretar el 2 a 0, casi en el reinició minutos.
Por momentos se jugó bastante en el mediocampo, con un Trinidense sin poder ofensivo y sin capacidad de reacción atacó desordenadamente, en un determinado momento apeló a los pelotazos y así terminó el clásico.
BALANCE. Los dirigidos por Francisco Arce mostraron un juego colectivo mucho mejor estructurado, mientras que a Raúl Amarilla le resta trabajo para equilibrar y compactar sus líneas.
Más que un clásico de barrio fue un vibrante partido, por primera vez de Primera División y de carácter benéfico para los niños huérfanos del siniestrado supermercado Ycuá Bolaños. Se volverán an enfrentar en la 7ª fecha del torneo Apertura en el estadio Martín Torres.
En el encuentro preliminar, ambos equipos paralelos igualaron 1 a 1.