16 dic. 2025

El circo, una gran aventura que continúa cuando se apagan las luces

Más de 80 personas conforman la gran familia del Circo Rodas. El mundo circense va más allá de las luces y del show. La vida cotidiana está llena de desafíos, que sus protagonistas enfrentan con alegría.

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Por Marisol Ramírez

mramirez@uhora.com.py

Desde el jueves último, alrededor de 40 artistas y sus familias, integrantes del Circo Rodas, se instalaron en el predio del Jockey Club del Paraguay, por segundo año consecutivo, para ofrecer al público nacional un show de más de dos horas de entretenimiento con mucho brillo y color.

Pero cuando se apagan las luces del circo estos carismáticos personajes dejan de lado sus maquillajes, sus coloridos vestuarios y sus personajes para convertirse en personas corrientes, que intentan llevar una vida normal.

María José Pintos, directora artística de la empresa de entretenimientos, cuenta que viene de una 5.ª generación de trabajadores del circo y que un día en su vida, al igual que la de su familia, es como la de cualquier otra persona común y corriente, con la diferencia de que viven en una casa rodante. Esta peculiar característica hace que las tareas domésticas sean distintas a las que realiza cualquier ama de casa y madre.

“Preparar el almuerzo, lavar la ropa, ayudar a los chicos a hacer sus tareas es mucho más complejo que para cualquiera, pero se puede. Lo único que cuesta mucho es lograr que los chicos hagan una vida escolar igual a la de cualquiera de sus pares, porque como viajamos mucho, pierden el ritmo en las escuelas, y les cuesta entrar en el sistema educativo de cada país rápidamente”, comenta Pintos.

PROFESIÓN DIFÍCIL. María José confiesa que el cansancio de las actividades propias del estilo de trabajo en las temporadas altas, además de los traslados (largos viajes en ruta), o vivir en espacios reducidos, a veces pasar frío o calor, se tolera ampliamente con los beneficios.

“Mis padres (papá argentino, profesión payaso y mamá uruguaya, acomodadora) no me obligaron a trabajar en el circo, yo lo elegí. No cambiaría el hecho de conocer variedad de culturas (en el circo hay profesionales chilenos, paraguayos, brasileños, uruguayos, peruanos y americanos), ciudades, hacer nuevos amigos y, por supuesto, sentir la adrenalina propia que genera el circo”, comenta.

Para Pintos, Paraguay es más que un país donde viene a trabajar, ya que tiene una ahijada paraguaya y considera que es uno de los países más cálidos que conoce. Pintos tiene dos hijos, que todavía no eligieron qué les gustaría hacer en el circo.

ALTO RIESGO. Otro caso llamativo es el de Romina Granada (24), quien es globista (Globo de la muerte con motocicleta) hace 7 años, casada con un globista, que además tiene otros miembros de su familia en la profesión. “Al casarme sentí como que era la única que desencajaba, así que aprendí a andar en la moto y luego me animé a entrar al globo. Hoy manejo superbién, aunque no me animo a hacerlo en las calles”, cuenta.

Desafiando los riesgos y las dificultades de la profesión, la vida de estos artistas prosigue, llevando alegría y arrancando sonrisas de chicos y grandes.

A SABER

Evento: Circo Rodas

Lugar: Jockey Club del Paraguay (avenida Eusebio Ayala, km 4,5).

Funciones: Lunes a viernes, 2 funciones, a las 18.00 y 20.30, sábados y domingos, 3 funciones, a las 15.30, 18.00 y 20.30.

Entradas: G. 60.000, G. 80.000, G. 100.00 y G. 120.000, Red UTS.

UNA FAMILIA DE SEIS GENERACIONES EN LA VIDA CIRCENSE

Coco Kramer, extrapecista, es una de las atracciones más llamativas del Circo Rodas, ya que monta la bicicleta más pequeña del mundo, que mide apenas 15 centímetros.

La pequeñísima bici fue creada en Guadalajara, especialmente para Coco, que además tiene una particular historia de vida, pues toda su familia se destaca en la vida circense. Conoció a su esposa en el circo, ella hacía números de fuerza capilar (se colgaba del cabello y hacía piruetas en el aire), y sus dos hijos, Facundo (15) y Elaine (20) Kramer (5.ª generación de trabajadores del circo) son herederos de ambos padres en talento y brillo.

Facu es contorsionista desde hace un año, y hace equilibrismo y parada de manos desde los 9 años, “aunque sé hacer muchas otras cosas como los malabares”, mencionó.

En tanto que Elaine es la única mujer en el mundo que parada de manos lanza con sus pies una flecha desde un arco de gran peso que, además, tiene 50 libras de tensión para romper un globo en el tiro al blanco. Elaine actualmente es parte del Ringling, uno de los circos más famosos del mundo, en Sarasota, Florida, EE. UU.