22 may. 2025

El Châtelet estrena en Francia la primera ópera afroamericana, “Treemonisha”

París, 31 mar (EFE).- El Teatro del Châtelet estrena hoy en Francia la primera ópera afro-estadounidense, “Treemonisha”, creada en 1911 por Scott Joplin, con dirección de escena y coreografía de Blanca Li, sobre una dramaturgia y escenografía de Roland Roure

La dirección musical es de Kazem Abdullah, colaborador de James Levine en el Metropolitan de Nueva York, y el reparto cuenta entre sus voces con dos figuras míticas, la mezzosoprano Grace Bumbry y el barítono bajo Willard White.


Ensayo general de la primera ópera afro-estadounidense, “Treemonisha”, creada en 1911 por Scott Joplin, con dirección de escena y coreografía de Blanca Li, sobre una dramaturgia y escenografía de Roland Roure, que se estrena hoy en el Teatro del Châtelet. La dirección musical es de Kazem Abdullah, colaborador de James Levine en el Metropolitan de Nueva York, y el reparto cuenta entre sus voces con dos figuras míticas, la mezzosoprano Grace Bumbry y el barítono bajo Willard White. EFE | Ampliar imagen

El compositor afroamericano famoso “rey del ragtime”, forma musical en el origen de la música estadounidense y del jazz, falleció en 1917 sin haber visto su obra representada en un escenario, pese a sus múltiples esfuerzos.

Pudo oirla tan sólo en 1915, en una pequeña sala de ensayos de Harlem (Nueva York), sin orquesta, cuatro años después de haberse editado él mismo una versión para piano y canto, recordó el Châtelet.

Era una obra precoz, creada a contra corriente, sin apoyos, veinte años después de la abolición de la esclavitud en Estados Unidos, cuando era impensable que un compositor de “vulgar ragtime”, por muy famoso que fuese, pudiese crear una verdadera ópera clásica.

Sin embargo, Joplin abordaba en ella temas “universales y fundamentales” como el lugar de la mujer en la sociedad, la lucha contra el oscurantismo, la integración de las minorías y la educación como medio de ascensión social, resaltó el promotor de su estreno francés y director del Châtelet, Jean-Luc Choplin.

Con Scott Joplin, el héroe que da título a su ópera, además de negro y de ser colocado por los suyos a su mando, conscientes de su cultura y atraídos por su filosofía pacifista, es de sexo femenino.

Joplin mezcló “ragtime”, “black folk music” y opereta europea para contar su historia comprometida y de absoluta actualidad todavía hoy, con la que se adelantó 40 años al pacifismo de Gandhi, 60 al del líder negro Martin Luther King, recordaron en el Châtelet.

Ni la excelente música ni su temática, que evoca también lo absurdo de los extremismos religiosos, llegaron a subyugar al público de principios del siglo XX, como se propone hacer un siglo después, hasta el próximo 9 de abril, el equipo que muestra en Francia la obra por primera vez.

Joplin situó la acción en Arkansas (EEUU), en 1884, cuando la protagonista, Treemonisha -nacida un año después del final de la guerra de Secesión que llevó a la abolición de la esclavitud- tiene 18 años.

Todo ocurre en un único día, con su noche incluida, y, según adelanto a Efe Blanca Li, toma forma de fábula, de cuento, en la orientación buscada por Roland Roure, a la que se encargó de dar movimiento y energía la también directora de cine y bailarina granadina.

La jornada es densa para Treemonisha (Adina Aaron), educada con la ayuda de una mujer blanca por sus padres, dos campesinos, Monisha (Grace Bumbry) y Ned (Willard White), quien descubre que la adoptaron cuando era un pequeño bebé abandonado a los pies de un árbol.

El mismo día, dos malévolos y manipuladores brujos ven su fin en esa joven, la única persona alfabetizada de su comunidad, a la que secuestran para deshacerse de ella, pero una vez liberada, por su amado, evita una cruenta venganza y es elegida líder de su comunidad.

De su trabajo en la obra, Blanca Li, que se integró en el equipo el pasado diciembre, cuando la concepción escénica estaba ya en marcha, dijo a Efe haber querido ante todo hacer surgir el movimiento de coros y cantantes con toda naturalidad.

Lo sorprendente “ha sido trabajar con cantantes increíbles, que tienen una formación muy completa y que se integran muy bien a todo lo que yo les pido”, incluidos Grace Bumbry y Willard White, explicó la artista, acostumbrada a trabajar en grandes “casas” de la lírica y la danza en Europa y Estados Unidos, como recordaba hoy France Info.

Por María Luisa Gaspar