03 sept. 2025

El canto humano de Víctor Heredia ilumina Tacumbú

El artista argentino ofreció sus canciones frente a la Agrupación Especializada, donde también actuaron Ricardo Flecha, Los Corales y Alberto Rodas. El espectáculo fue para celebrar el Día de los Derechos Humanos.

Una gran fiesta se vivió anoche, frente a la Agrupación Especializada (24 Proyectadas casi Yegros), donde artistas paraguayos y el invitado argentino, Víctor Heredia, fueron grandes protagonistas del Concierto por la Vida y la Memoria.

El evento, organizado en conmemoración del 61er. aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, se desarrolló ante un buen marco de espectadores, que disfrutaron tanto de los números locales como de la presentación del artista extranjero, conocido por su gran sensibilidad con las causas sociales y los DDHH.

La Banda de la Policía Nacional fue la encargada de abrir el espectáculo con una serie de composiciones tradicionales del repertorio folclórico.

A continuación, el cantautor Alberto Rodas deleitó con algunas de sus obras más conocidas, entre ellas, Pequeño Adrián y Dónde están los desaparecidos, por citar algunas.

Luego, el conjunto familiar de música popular Los Corales -integrado por Ramón Riquelme, Aurora Montiel y su hijo David Ulises- ofreció su canto con fuerte contenido social, ecológico y cultural.

Ricardo Flecha fue el siguiente artista en subir al escenario para deleitar con su dulce voz. El ex Ñamandú fue acompañado en un par de canciones por Yenia Rivarola y Ulises Silva.

El cierre estuvo a cargo de Víctor Heredia, quien conquistó con sus clásicos como Todavía cantamos, Sobreviviendo, Coraje y otras piezas que forman parte del nuevo cancionero latinoamericano. El encuentro, organizado por la Agrupación de Familiares de Detenidos-Desaparecidos y Asesinados por Razones Políticas y el Movimiento Nacional de Víctimas de la Dictadura, entusiasmó y tocó el corazón del público.

Heredia visitó a la mañana el interior de la Agrupación junto al ministro del Interior Rafael Filizzola, donde se habían encontrado restos humanos, presumiblemente de víctimas de la dictadura estronista. En aquella época los opositores al régimen eran llevados a dicho lugar y torturados.