Los desafíos en adopción de nuevas tecnologías, el papel de la entidad en momentos de bajo dinamismo económico y el rol de banca de desarrollo fueron los temas que abordó el nuevo miembro del Directorio del Banco Nacional de Fomento (BNF), Óscar Lovera, en entrevista concedida a ÚH.
–¿Qué propuestas trae a la dirección del BNF?
–Hoy el banco tiene la fortaleza de tener presencia en casi todo el territorio de la República. Contamos con 79 sucursales, más de 400 corresponsales no bancarios, pero también hay desafíos en materia de poder cumplir con el proceso de gestión de desarrollo que está muy aparejado con el desafío tecnológico. Al ser una entidad pública, el banco está sujeto al proceso de adquisiciones por contrataciones públicas; nuestros competidores hoy son Itaú, Sudameris, entidades privadas que tienen un proceso de adquisición de tecnología mucho más rápido y dinámico que para el BNF. Hoy, el banco tiene un plan estratégico que se definió en el 2018 y va hasta el 2023, que acompaña el proceso de renovación tecnológica y hace todo un cambio de visión del negocio: estamos acostumbrados a mirar los productos y lo que queremos cambiar es centrar la visión en el cliente, acompañar su desarrollo de acuerdo con lo que él necesita, en asistencia financiera, créditos, tarjetas de crédito, servicios.
–¿Con qué actitud enfrenta el BNF este año de desaceleración económica?
–Es un año de coyuntura complicada en términos económicos para el país. El banco tiene ahí un papel fundamental en el proceso de gestión de lo que es la disponibilidad de recursos para alentar actividades económicas productivas, por un lado; y, por el otro, también brindar asistencia a los sectores que están siendo más golpeados. El proceso de gestión que está llevando hoy el banco, acompañando el empuje que está dando el Equipo Económico Nacional, la asistencia al sector productivo primario, los agricultores, eso lo estamos haciendo en forma permanente y con fuerza, para suavizar el impacto de la coyuntura económica vigente.
–¿Qué productos financieros se están priorizando desde el BNF, atendiendo el actual escenario de mercado?
–El BNF tiene uno de los productos de vivienda más competitivos, con una tasa (de interés) de 7,95% para adquisición de vivienda hasta G. 600 millones, con financiamiento a diez años. Hemos relanzado el producto de compra de deuda, para generar la dinámica en los sectores y que las personas puedan tener un respiro en estas situaciones. Hemos revisado a la baja algunas tasas de productos específicos, incluyendo el préstamo de consumo, préstamos productivos, para inversiones, capital operativo.
–¿Cómo está la demanda de créditos de consumo?
–Si bien nuestro foco está en préstamos productivos y de desarrollo, apuntando a las inversiones en industria, al desarrollo agrícola, no podemos desconocer que hoy el banco también tiene una cartera importante en materia de consumo, por el hecho de que administramos el pago de salario de aproximadamente 200.000 funcionarios públicos; adicional a eso, también administramos casi 300.000 cuentas de aquellos que reciben transferencias del Estado. Nuestros clientes potenciales están en ese segmento, al tener cuentas de ahorro con nosotros, también son ellos los que hoy nos están demandando créditos, que lo estamos poniendo a disposición.
