En una prolongada intervención desde el balcón del Palacio de Liévano, sede de la Alcaldía, Petro pidió al presidente colombiano, Juan Manuel Santos, que actúe de acuerdo con la Constitución y “haga respetar la paz y la democracia”, que en su opinión están en peligro por las actuaciones del procurador.
“El presidente de la República me puede destituir cuando haya un fallo condenatorio de un juez penal”, reclamó Petro, quien fue cesado del cargo por una decisión administrativa del procurador, por la supuesta mala gestión de una crisis en el sistema de recolección de basuras de la capital colombiana ocurrida en diciembre de 2012.
Petro, que en su juventud fue militante del ya desaparecido grupo guerrillero M-19 pero luego hizo la paz gracias a un acuerdo con el Gobierno y entró en la actividad política, reiteró que su destitución es “un golpe de Estado” y un mensaje negativo para quienes buscan la reconciliación nacional.
El alcalde todavía no ha sido notificado del fallo, por lo que el plazo para interponer ese recurso se extiende hasta el 30 de diciembre, dijo su defensa. Según una encuesta, 54% de los bogotanos están en desacuerdo con la destitución del alcalde y 38% la avala. El sondeo se realizó entre el martes y el miércoles, con un margen de error del 3%. EFE-AFP