Este nivel de percepción de adversidad es el más elevado desde que la banca matriz empezó a medir este indicador, en el 2013. Hasta el cierre del año pasado, el índice más alto correspondía al tercer trimestre de 2019, cuando llegó a 64% y el país se encontraba sumido en la “tormenta perfecta” generada por las condiciones climáticas adversas, los menores precios de commodities, el deterioro de los países vecinos y el cambio de Gobierno, entre otros elementos.
Los agentes consultados por el BCP esperan que la situación mejore recién dentro de un año, con la excepción de la agricultura y la ganadería, cuyo perfil puede tornarse más alentador dentro de seis meses. Aunque actualmente experimentan la caída de precios y la baja demanda en el mercado internacional.
El economista jefe del BCP, Miguel Mora, consideró que el anuncio de la cuarentena inteligente genera un aliento para el desenvolvimiento del crédito en los próximos meses y no descartó que se implementen más medidas de apoyo financiero, si son necesarias.