El presidente de la Unión de Gremios de la Producción, Héctor Cristaldo, explicó que generalmente al inicio de la cosecha se vende el 70% de la soja y sin embargo a esta altura de abril recién se llegó al 60%.
En ese sentido advirtió que las buenas proyecciones respecto a los precios se realizaron antes de la pandemia del Covid-19, y que ahora sin embargo sigue la tendencia a la baja.
“Nuestra recomendación es vender por lo menos para pagar todas las deudas, los compromisos, quedar en limpio y si sobra algo tal vez con eso se pueda intentar pescar algo mejor para julio, pero está difícil hacer proyecciones”, expresó.
Se refiere a que otra posibilidad es el roll over, que implica mover la fecha de vencimiento de contrato para otro mes, pero significa un costo adicional y una pérdida si la cotización no mejora.
A este inconveniente se suma la bajante de los ríos que hace que las barcazas solo puedan cargar el 70% de su capacidad y aun así reportan una preocupante demora en el tránsito fluvial.
Producción. Durante la presentación de datos preliminares de la presente zafra, Héctor Cristaldo, quien también conforma el Consejo Directivo del Instituto de Biotecnología Agraria, informó que se alcanzaron las 3.637.511 hectáreas, que en comparación a la campaña 2018-2019 representa un incremento de 2,6% y un récord histórico en cuanto a las zafras. Si bien los resultados del rendimiento no están listos, el sector mantiene sus expectativas en 10,5 millones de toneladas.
Área de siembra. San Pedro, Amambay y Canindeyú son los departamentos donde más se expandió el cultivo de soja. El primero se explica por la mayor incorporación de pequeños productores y el segundo por la transformación de las áreas de pastura. En cambio, Concepción, Caazapá e Itapúa experimentaron una menor siembra, con 62.275 hectáreas por debajo de la campaña agrícola anterior.
“Desde el punto de vista productivo un buen año, se marcó una recuperación en rendimientos, pero desde el punto de vista comercial, una caída bastante importante en relación a precios, había una expectativa inicial de que el precio de chacra a silo esté para nivel de productor alrededor de USD 300, hoy la realidad muestra otra cosa y no hubo la recuperación que se esperaba”, insistió el titular de la UGP sobre la situación del sector.
En el contexto económico y sanitario que está afrontando el mundo con la pandemia del nuevo coronavirus, Cristaldo considera que la dinámica de ventas no serán las mismas y cree que se podrá llegar al 100% en 18 a 24 meses, dependiendo de cómo vaya evolucionado la situación en general.
Pequeños productores marcan presencia en sojales
La participación de los productores con menos de 20 hectáreas en la campaña sojera fue del 23%, con una leve baja respecto a años anteriores. En total concentran 832.849 hectáreas, siendo Itapúa, Alto Paraná y Canindeyú donde acaparan una mayor área de cultivo.
Si bien había temor de que los pequeños productores no pudieran invertir lo suficiente en la campaña 2019-2020, su presencia se mantuvo fuerte.
Héctor Cristaldo, de la Unión de Gremios de la Producción, dijo que tal vez la disminución de los cultivos en Itapúa se deba justamente a la retracción que sufrió este sector como resultado de la baja producción de la zafra anterior.
El proceso de incorporación de este sector al cultivo de la oleaginosa empezó hace 10 años y ahora alcanza a 41.600 fincas. “Aquel productor algodonero tradicional de los años 2000, a partir de del 2009, 2010 empieza a migrar hacia la producción de granos y ese proceso después de 10 años se está consolidando y hoy la cifra es significativa”, detalló el representante del gremio.
Agregó que se trata del sector más vulnerable, al que le cuesta más acceder a financiamiento para invertir en sus campos.