La pérdida de la visión se puede evitar, con una intervención médica que debe realizarse entre las 4 y 6 semanas después del nacimiento. Este tipo de procedimientos lleva a cabo la Fundación Visión en coordinación con los hospitales públicos desde hace tres años. Los nacidos prematuramente con menos de 34 semanas y menos de 1,850 kg, tienen alto riesgo de desarrollar retinopatía, explicó el encargado del programa.
La retinopatía del prematuro es una malformación de los vasos sanguíneos de la retina, que en los casos más severos puede producir pérdida de la visión. Es prevenible y tratable tras una cirugía.
“Es una enfermedad que se presenta en niños prematuros con bajo peso. Los vasos dentro del ojo no se desarrollan de forma correcta que a la larga llevaría a que se produzca un posible desprendimiento de retina. Es una de las mayores causas de cegueras en los prematuros”, explicó González.
El tratamiento consiste en una intervención con láser que corrige el crecimiento de los vasos. La operación se realiza en la terapia intensiva en la que está internado el niño. Tras el alta, los controles se realizan cada seis meses.
El Hospital Materno Infantil de San Pablo, Villa Elisa, Calle’i, en Coronel Oviedo y Ciudad del Este trabajan de manera conjunta con Visión para dar atención a los niños.
Los neonatólogos de cada centro se encargan de captar los casos a la Fundación Visión para concretar el procedimiento médico.