En una conferencia de prensa, se dio la bienvenida a los nuevos integrantes del equipo de Alegre y Núñez.
En dicha ocasión, Rejala manifestó que la bandera contra la corrupción que imprimió a su gestión durante su estadía en diputados, ahora deja en manos de la dupla que consideró será la ganadora para representar la Concertación.
“Le digo a la ciudadanía que hoy estamos dejando nuestra lucha contra la corrupción y los corruptos, contra esa élite que nos empotró hace décadas a un Paraguay sumido en la miseria y la corrupción. Esa lucha dejamos en esta mesa esa esperanza porque creo en la alternancia y creo en la Concertación. El próximo gobierno será de los más probos y no de gerentes”, apuntó Rejala quien fue electo como jefe de comunicación.
Por su parte el parlasuriano Manuel Morínigo, quien fue designado como jefe de campaña dijo que el 2023 plantea un desafío para la oposición. “Debemos derrotar y destruir las barreras que impiden al Paraguay tener un futuro”, manifestó.
Al equipo además se integró Bruno Defelippe, como coordinador de campaña.
Castigo a violentos. Tras la ceremonia, tomó la palabra Efraín Alegre quien se mostró preocupado por las denuncias de violencia contra jóvenes.
“No podemos tolerar ni permitir en que se normalice la violencia ante un Estado no solamente ausente sino lo más preocupante que es un Estado cómplice, tanto con la violencia como por la impunidad. Cómplice por una ausencia total de políticas que protejan a nuestras familias y en ella, lo más valioso de nuestras familias que son los jóvenes”, señaló.
“Nosotros con Soledad (Núñez) venimos discutiendo, hablando, pensando en los distintos temas que hacen al desafío que vamos a tener a partir del 15 de agosto y es la juventud un aspecto que nos preocupa, en particular protegerla”, refirió.
Anunció que durante su gobierno trabajarán para “recuperar nuestros valores, valores de las familias paraguayas que son el trabajo”. “La decencia, la honestidad. Ese es el Paraguay real y no el de los sicarios, no el de la violencia, esa no es nuestra esencia y no podemos permitir que se normalice”, acotó.
Uno de los hechos de violencia que saltó al tapete fue contra el joven Benjamín Raúl Zapag, hijo de Raúl Zapag, ex presidente de Cerro Porteño.