El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, y el alto representante de la UE para la Política Exterior y de Seguridad, Josep Borrell, encabezaron en Washington el Consejo Energético EEUU-UE en medio de las crecientes tensiones con Moscú.
“Hemos desarrollado una respuesta rápida y de gran impacto que podría producir enormes costes en la economía y el sistema financiero ruso”, advirtió Blinken en una rueda de prensa con Borrell en el Departamento de Estado.
CONSECUENCIAS PROFUNDAS. De hecho, aseguró que habrá “consecuencias profundas y reales” para Moscú si continúa “el camino de la agresión”.
Borrell, por su lado, reconoció la tensa y compleja situación que se vive en el este de Europa.
“Ciertamente, estamos viviendo los tiempos más peligrosos para la seguridad en Europa desde el final de la Guerra Fría”, sostuvo el jefe de la diplomacia europea.
En los últimos días ha habido críticas a EEUU, desde donde han salido informes de inteligencia que apuntan a una invasión rusa “en cualquier momento” y de efectos devastadores.
Estas alertas han generado incomodidad, especialmente en Ucrania, donde el Gobierno ha insistido en que si bien el peligro es real no es inminente.
Blinken salió al paso y recordó el masivo despliegue militar ruso a lo largo de la frontera con Ucrania, e incluso, en la vecina Bielorrusia, aliada de Moscú.
“Esto no es alarmismo. Son simplemente los hechos (...)”, sostuvo el titular de Exteriores estadounidense. En la misma línea se expresó Borrell, quien aseguró que “nadie concentra 140.000 soldados fuertemente armados” en la frontera con Ucrania para “tomar té”. EFE