“Nuestro apoyo fue a las elecciones democráticas de Venezuela, no a Juan Guaidó como persona, sino como presidente electo de la Asamblea Nacional y, por tanto, por la Constitución, como presidente interino”, explicó Michael Kozak, el encargado de Latinoamérica en el Departamento de Estado.
Guaidó se declaró presidente el pasado 23 de enero al considerar ilegítima la reelección en 2018 del mandatario venezolano, Nicolás Maduro. Para hacerlo, invocó la Constitución de Venezuela, que establece que el titular del Legislativo asume el mando cuando el Ejecutivo está vacante.
En teoría, el mandato de Guaidó como presidente de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, expiraría el próximo 5 de enero debido a un pacto de gobernabilidad por el que le correspondería a las formaciones con menor representación proponer al próximo presidente legislativo.
Un grupo de partidos opositores con representación minoritaria en el Parlamento venezolano ya anunció que respaldará a Guaidó, pero el líder opositor aún así tiene que superar la votación.
Por otro lado, Kozak reiteró que EEUU no concibe una transición con el actual presidente, Nicolás Maduro, aún en el poder. Fue más explícito de lo usual al aprobar la entrada de chavistas en un eventual Gobierno transitorio que haga el llamado de elecciones.
“Un Gobierno de transición obviamente implica que debe ser aceptado ampliamente para ese propósito de traer elecciones libres y justas“, subrayó Kozak. “En esa idea fuimos claros desde el principio. Vimos al movimiento chavista y al PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela) como representante de una proporción significativa de la población y con un papel en la política de Venezuela en el futuro. Eso está fuera de cuestión”, añadió.
Kozak reveló, además, que Washington mantuvo contactos con Moscú acerca de Venezuela y aseguró que “continuará teniéndolos mientras sean útiles”.
Al hablar sobre Rusia, además, consideró que al Kremlin no le interesa la alianza con Maduro debido a que Venezuela no tiene forma de pagar las deudas que contrajo con Moscú por la situación económica en el país caribeño, sobre el que Washington impuesto duras sanciones. Esta situación se da luego de que EEUU descartara la opción militar para Venezuela.