Cientos de personas se reunieron en el parque El Ejido frente a la Casa de la Cultura, donde miles de indígenas permanecieron la segunda semana de octubre para protestar por la eliminación del subsidio a los combustibles.
Al ritmo de la popular canción Lindo Quito de mi vida, la gente se congregó en el parque luciendo camisetas blancas, portando banderas de la ciudad y de Ecuador, pero también con escobas, palas y otros implementos para participar en una minga de limpieza, como se conoce al trabajo comunitario en Ecuador. El vicealcalde de Quito, Santiago Guarderas, expresó su “rechazo profundo” a los vándalos y reflexionó sobre lo ocurrido en Ecuador y Chile, y concluyó que en Latinoamérica hay “un movimiento que quiere desestabilizar a los gobiernos”. EFE