Una pobre imagen terminó dando el equipo de Fernando Gamboa en la serie por la primera fase de la Copa Libertadores. Nacional no estuvo a la altura futbolística del Delfín, que salió victorioso en ambos juegos. Ayer, la diferencia pudo ser mayor.
El golazo de Vieyra en el arranque del partido despertó la ilusión de una posible remontada, pero la misma se fue diluyendo con el correr de los minutos. Es que el golpe en contra nunca desestabilizó al Delfín, sino todo lo contrario. El conjunto ecuatoriano se sacudió, comenzó a jugar y dejó en evidencia las falencias que sigue teniendo el Tricolor en defensa y también en ataque.
Cuatro jugadas claras de gol generó el Poderoso del Puerto, después del tanto en contra. Mucha movilidad colectiva, buen manejo de la pelota y ocupación correcta de los espacios, para marcar diferencia dentro del campo.
¿Y el Tricolor? Tuvo dos aproximaciones sin mucha claridad y solo una chance clara. El remate de Fretes, de lo mejor junto a Vieyra, fue contenido por el portero, ya sobre el final del primer tiempo, cuando el resultado ya estaba a favor de la visita.
Para la complementaria Gamboa arriesgó y realizó cambios que al final no aportaron mayores soluciones. Paró una línea de tres atrás, invitando a que en velocidad, los ecuatorianos armen contras peligrosas por ambos costados. Para fortuna del local, todas desaprovechadas por errores propios.