Hace una semana, a sus 41 años, anunció su retiro del fútbol profesional uno de esos referentes de esta disciplina, una palabra que seguramente lleva bordada en el alma, porque si Carlos Bonet será recordado por mucho tiempo es precisamente por su admirable e irreprochable cuidado y disciplina personal.
El mismísimo Camello, alias que se ganó por su estado físico y despliegue dentro de la cancha, abrió cordialmente las puertas de su casa a ÚH para dar un breve recorrido por sus extensos 23 años de carrera deportiva luego de colgar los botines tras una reciente operación de la rodilla.
Si algo le faltó a su carrera fue llegar al Viejo Continente. “Siempre hubo rumores, no se dio por algo, pero no me quejo, donde me tocó jugar fueron de lo mejor”, expresó Bonet, quien más adelante tiene el anhelo de seguir vinculado al fútbol y especialmente trabajar con la Albirroja. “Uno siempre tiene proyectado varias cosas y entre esas trabajar con la Selección”, adelantó. “Realicé el curso de gestión deportiva, también el de técnico, así que estamos enfocados en una de esas dos opciones para el futuro”, añadió.
Con respecto al estilo de juego que le atrae, reveló que quiere un equipo que tenga la pelota y que sea lo más vertical posible. “La tenencia de la pelota para mí es fundamental, desgastar al rival, así como jugaban el Olimpia y Cerro Porteño de Chiqui Arce, es lo que más me marca”, confesó.
Sobre cómo le hubiese gustado retirarse, confesó: “Uno sueña con el estadio lleno, que te coreen el nombre, pero es algo relativo. Jugando siempre sería lo ideal, pero dadas las circunstancias, tampoco me arrepiento de retirarme de esta manera. Son decisiones que uno toma, y esto se dio en el momento justo, estoy tranquilo en ese sentido”.