La Cámara de Diputados es un fiel reflejo de lo que acontece en general en las instituciones públicas. Recalan a ella, la mayoría a pedido de padrinos políticos, funcionarios que muchas veces no cumplen funciones específicas y solo están para retener sus cargos en las instituciones de origen.
Otras veces, como en el caso de los nepobabies, la Cámara obsequió cargos con haberes jugosos a familiares de políticos. La hija del vicepresidente Pedro Alliana, Montserrat Alliana, primeramente ingresó al Ministerio de Justicia y en una suerte de puerta giratoria, primero comisionada y luego directamente nombrada, pasó a Diputados con el cargo de coordinadora de un área que antes era desconocida. Pasó a ganar de G. 6 millones a G.18 millones desde setiembre pasado. Un caso similar en lo que refiere al modus operandi, fue el nombramiento de Elías Godoy Torres, hijo de la diputada Roya Torres. Este tiene comisionamiento de servicios en Presidente Franco. Allí se pierde directamente la capacidad de control de su asistencia pese a que el Estado le paga G. 9 millones para que ejerza de “asesor” de su madre.
Hoy la Cámara de Diputados tiene registrada a 262 comisionados. No existen oficinas para albergar a tal cantidad y es por ello que, como el caso del agente de la Senad, Mauro Ruiz Díaz, Recursos Humanos apela a repartir indiscriminadamente “comisión de servicios”, figura a la que se acoge el funcionario para tener venia de no marcar. Es por ello que está condicionado para ausentarse indefinidamente en vista de que no se le controla marcación.
Nueva regla. A raíz de los comisionamientos abusivos, se prevé que la Cámara trabaje sobre criterios más rigurosos con relación a esta figura. Así adelantaron varios diputados.