05 nov. 2025

Dios es fiel a sus promesas

En gran parte del libro del profeta Isaías leemos cuánto le duele a Yahvé la infidelidad de su pueblo. Sin embargo, llega un momento en el que Dios decide consolar a Jerusalén, perdonar todos sus pecados y sellar una alianza eterna. Lo recordamos hoy en la primera lectura de la Misa.

El lenguaje que utiliza el profeta es casi maternal: “Por un breve instante te abandoné, pero con grandes ternuras te recogeré”, “te oculté mi rostro un momento, pero con amor eterno me he apiadado de ti”, “mi amor no se apartará de ti” (Is 54,1-10). Frente a nuestras infidelidades, Dios responde con misericordia. ”Su ira dura un solo instante, su bondad, toda la vida” (Sal 29,6). Su amor es más fuerte que nuestro pecado”.

En Adviento la liturgia nos recuerda una y otra vez el deseo divino de estar con los hombres. El Señor anhela que el hombre no rechace su compañía y se deje querer. “Dios está cerca de nosotros, es fiel y hace grandes obras de salvación en aquellos que esperan en Él. Dios ama con un amor sin límites, que ni el pecado puede frenar, y hace que el corazón del hombre se llene de alegría y de consolación”.

La historia humana, por nuestra parte, está tristemente llena de infidelidades. No obstante, Dios tiene una paciencia infinita y no se cansa de educarnos como unos padres lo hacen con su hijo. Su corazón está siempre inclinado hacia el perdón. Dios mantiene su alianza a pesar de los pesares, de generación en generación. Como dice san Pablo, ”Dios es fiel y no puede negarse a sí mismo” (2Tm 2,13).

“Este “misterio” de la fidelidad de Dios constituye la esperanza de la historia”[2]. Se trata de la mayor garantía para nuestra lealtad, pues el Señor “es fiel en todas sus palabras, y piadoso en todas sus obras” (Sal 144,13). “¿Que cuál es el fundamento de nuestra fidelidad?”, se preguntaba en una ocasión San Josemaría; y respondía: “Te diría, a grandes rasgos, que se basa en el amor de Dios, que hace vencer todos los obstáculos: el egoísmo, la soberbia, el cansancio, la impaciencia…”.

(Frases extractadas de https://opusdei.org/es-py/article/meditaciones-jueves-de-la-3a-semana-de-adviento/)