Las mujeres paraguayas van ganando espacios en los últimos años, demostrando aptitudes y capacidades en diferentes cargos, muchos de ellos destinados anteriormente solo a los hombres. Sin embargo, la igualdad de género sigue pendiente también en el campo laboral.
A nivel político, la participación femenina se incrementó en los espacios legislativos, pero continúa siendo desproporcionadamente baja con relación a la cantidad de escaños ocupados por los hombres.
De los 143 escaños para la Cámara de Senadores, la Cámara de Diputados y el Parlasur, las mujeres conquistaron para este periodo legislativo solo 24 curules, es decir, el 34% de la composición de todo el Legislativo.
Lo dífícil de ser una mujer rural
“Ser mujer en este país es muy difícil, pero ser mujer y campesina es el triple de difícil”, señala la activista por los derechos de la mujer y líder del Movimiento Kuña Pyrenda, Lilian Soto.
La afirmación de Soto se sustenta en una dura realidad: Al conmemorarse el Día de la Mujer Paraguaya, son las mujeres rurales e indígenas las que siguen sufriendo los embates de la discriminación, la violencia de género y la falta de oportunidades.
“Si bien es cierto que existe una opresión hacia el género femenino en Paraguay, las condiciones son mucho más adversas para las mujeres del campo, quienes son las que sufren la ausencia de derechos básicos como la alfabetización y la salud”, comenta Lilian Soto.
“Ser mujer y campesina para mí significa tener mucha fuerza, tener mucho espíritu”, sostiene por su parte Cinthia González, quien pertenece a la Coordinadora Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas (Conamuri).
Foto: Luis Vera
Conamuri es el vivo ejemplo de organización y resistencia de uno de los sectores más vulnerables de la sociedad.
Con una envidiable capacidad de organización, estas mujeres campesinas tienen como principal consigna la igualdad de género en el campo y la lucha por la soberanía alimentaria. Con el proyecto denominado “Semilla Róga” conservan y distribuyen, entre pequeños productores, semillas nativas de alimentos básicos como el maíz.
“La Semilla Róga es un proyecto que se desenvuelve en los comités de base de la Conamuri en defensa de las semillas y la soberanía alimentaria, la cual empezó en el año 2008 y permitió trabajar con más de 80 comités de productores y productoras para la formación e información sobre el rescate y conservación de las semillas y la soberanía alimentaria”, se explica al comienzo del documental sobre este revolucionario proyecto que busca hacer frente a la expansión de la agricultura transgénica.
“La mujer del campo es trabajadora. Trabaja desde que amanece hasta que anochece. Hace al mismo tiempo las labores de la casa, se encarga del trabajo en la chacra y al mismo tiempo cuida de sus hijos”, refiere González.
“Rescatamos la historia de la mujer paraguaya. Ese papel fundamental que jugó en la guerra de la Triple Alianza y como reconstructora del país. Creo que las mujeres del campo heredamos esa valentía y convicción”.
Respecto a la discriminación en la zona rural, tanto Soto como González coinciden en que es algo difícil de combatir. “Tiene mucho que ver con la educación, en el campo se siente mucho. Al momento de la toma de decisiones importantes siempre se excluye a las mujeres”, comenta Cinthia.
Por su parte, Lilian Soto cree que en las organizaciones campesinas se tocan temas más globales como la falta de tierras o la expulsión de las comunidades, obviándose la igualdad de género.
A pesar de los muchos vientos que puedan jugar en contra, mujeres como Cinthia y muchas otras reivindican a ese género que siglos atrás curó heridas y, al mismo tiempo, combatió en el frente de batalla. Aquel género regresó a la vida a un país hecho cenizas y hoy sigue luchando por ser cada vez más visible en una sociedad profundamente patriarcal.
Día de la Mujer Paraguaya
Esta fecha conmemorativa es celebrada desde el año 1974 en recordación a la primera “Asamblea de Mujeres Americanas”, realizada el 24 de febrero de 1867 en la plaza de Mayo de Asunción.
A ese encuentro asistieron mujeres de la capital y del interior del país para contribuir y ayudar en la Guerra de la Triple Alianza. En aquella ocasión, las recordadas juntaron sus joyas y alhajas para colaborar con la causa bélica.
Fue la historiadora Idalia Flores de Zarpa quien propuso establecer hace cuatro décadas el Día de la Mujer Paraguaya. Tuvo el acompañamiento de la entonces diputada radical Carmen Casco de Lara Castro al plantear la oficialización, y así fue decretado.
La mujer más gloriosa
En noviembre de 2010, el cardenal argentino Jorge Bergoglio, electo Papa de la Iglesia Católica, ofició una misa en honor a la Virgen de los Milagros de Caacupé en la Catedral bonaerense, donde se refirió a la mujer paraguaya.
“Y ustedes saben que en toda América, la mujer paraguaya es la mujer más gloriosa, y no porque haya estudiado más que otras, porque esa mujer, la mujer del Paraguay, supo asumir un país derrotado por la injusticia y los intereses internacionales”.
Además, resaltó que “ante esa derrota llevó adelante la Patria, la lengua y la fe. Y la Virgen al tomar la ciudadanía paraguaya bajo el nombre de los Milagros de Caacupé, nos dice que también está dispuesta a ayudarnos. Por eso es doblemente gloriosa esta imagen: por ser la madre de Dios y por ser paraguaya”.
