- VANESSA RODRÍGUEZ
- SAN IGNACIO - MISIONES
Entre las más de 20.000 almas que se congregaron para participar de la procesión en Tañarandy, tomó protagonismo la participación masiva de familias con niños que se deleitaron prendiendo los candiles y observando el encendido de las antorchas.
La edición número 30, donde la habitual procesión por los caminos de tierra iluminados por candiles y antorchas, tuvo una alta participación, luego de dos años afectados por la pandemia.
Numerosos jóvenes de diferentes puntos del país se dieron cita en la tradicional celebración de Semana Santa, donde se destacaron una vez más por la excelente organización y por los atractivos que se ofrecen dentro de la actividad.
Este encuentro con la religiosidad popular, aparte de reforzar las tradiciones, ha generado un enorme movimiento económico no solo en la capital departamental misionera, San Ignacio, sino en gran parte de las diferentes localidades de esta región.
Se pudo observar que muchas familias y grupos de jóvenes, tras la culminación de las actividades sacras, fueron a compartir en los numerosos locales gastronómicos y de entretenimiento que posee la ciudad.
EVENTO TRADICIONAL. Tañarandy es uno de los grandes atractivos que tiene San Ignacio Guazú, Misiones, que desde hace 30 años se ha convertido en una cita obligada cada Semana Santa, gracias al reconocido artista plástico Koki Ruiz, quien con sus hermosos retablos le dio un nuevo impulso a la religiosidad popular que sumados a los tradicionales estacioneros, hicieron que se convierta en una gran atracción turística.
Los visitantes destacaron la seguridad en el evento, la ciudad se mostró con mucho movimiento antes, durante y después de la procesión. En el trayecto de tierra se pudo observar que varios pobladores instalaron altares en sus casas con las imágenes de sus santos, flores, agua y velas para saludar a la imagen de la Dolorosa a su paso. Sin duda, la magia de Tañarandy se impuso una vez más luego de dos años de pausa.