Los grandes nombres de la moda italiana regresaron a las pasarelas milanesas para presentar con desfiles presenciales sus colecciones femeninas para el otoño-invierno 2022/2023, un evento muy esperado por una industria debilitada tras dos años de pandemia.
De vuelta a la normalidad
Se espera que un gran número de modelos, fotógrafos e invitados descubran las últimas creaciones de Gucci, Fendi y Giorgio Armani, así como las primeras propuestas de la marca de automóviles de lujo Ferrari. Por primera vez desde la propagación del Covid-19 en Italia, en febrero de 2020, los desfiles presenciales serán más numerosos que aquellos a través de videos grabados o en streaming. Regresan pues los desfiles tradicionales, con medios extravagantes, que solían atraer un público de blogueras e influencer, en los que dominaba el poder de la presencialidad. Milán deposita todas sus esperanzas en el regreso de cientos de compradores, periodistas y personalidades de la moda a los eventos organizados en los cuatro rincones de la capital lombarda. Todos los ojos estarán puestos en Gucci, la marca insignia de la moda italiana, que regresa después de dos años de ausencia. En noviembre, su estilista, Alessandro Michele, despertó mucha curiosidad con su Gucci Love Parade, organizada en Hollywood. En enero, la nueva oleada de casos de Covid-19 debido a la variante ómicron afectó la semana de moda masculina en Milán, y la preocupación continúa a rondar en la temporada de desfiles que comenzó este mes en Nueva York y que finaliza el 8 de marzo en París, con escalas en Londres y Milán. En Nueva York, Tom Ford tuvo que cancelar su desfile, debido a que no pudo acabar la colección por los contagios de ómicron en el equipo de diseñadores en Estados Unidos y del personal de las fábricas en Italia. Ferrari, conocida en todo el mundo por su escudería en la Fórmula 1, debutará en Milán el domingo, ocho meses después de que su diseñador, Rocco Iannone, presentará su primera colección en Maranello, la sede de la legendaria fábrica de autos de la compañía. El gigante italiano de los vaqueros Diesel desfiló el miércoles en Milán con la segunda colección firmada por el diseñador belga Glenn Martens, que sigue siendo el director artístico de Y/Projects, una línea experimental. El mes pasado presentó una espléndida colección de alta costura con siluetas encorsetadas como estilista invitado de Jean Paul Gaultier. Otro momento muy esperado de esta semana de la moda milanesa es el debut del diseñador francés Matthieu Blazy con Bottega Veneta (grupo Kering) tras la sorpresiva marcha del británico Daniel Lee en noviembre.
Tras dos años de pausa presencial a causa de la pandemia de Covid-19 las grandes firmas de la moda vuelven a la pasarela.
En busca de la normalidad
La pandemia ha supuesto también una buena cuota de fábricas cerradas, caída de las ventas y también un cambio en la forma de vestir de la gente, por lo que la moda quiere recuperar la cuota de mercado que gozaba antes del Covid. “Después de casi dos años de disrupción, la industria mundial de la moda está recuperando el equilibrio”, explicó la consultora McKinsey. Se estima que la moda italiana y sus subcontratistas han generado un volumen de negocios de unos 94.000 millones de dólares en 2021, un 20,9% más en un año, según la CNMI. Las exportaciones aumentaron un 16,4% en los primeros diez meses de 2021.