14 dic. 2025

Desborde de arroyos y tajamares en zona sur de Alto Paraná

Los pluviómetros instalados en diferentes establecimientos de los distritos de Naranjal y Ñacunday, ubicados al sur del Alto Paraná, registraron lluvias desde 150 milímetros hasta 400 milímetros, conforme a los registros dados a conocer ayer. Si bien son datos no verificados por la Dirección Nacional de Meteorología, que no dispone de radares en la zona, el agua desbordó tajamares y arroyos y arrasó con las chacras.

El fenómeno climático se registró desde la tarde del sábado hasta la madrugada de ayer, en el que el raudal producido por la copiosa lluvia arrastró cultivos, desbordó tajamares y arroyos de la zona, conforme a los datos proporcionados por las víctimas y la comisaría de Naranjal.

Un joven bombero del distrito, Anderson Chaffer, volcó con su vehículo al intentar cruzar un arroyo desbordado, pero salió ileso, al igual que su acompañante Adriano Naumann Hunter, a las 3:00 de la mañana de ayer.

Los jóvenes intentaron cruzar un arroyo en el sector de Villa Aurora de Naranjal con un automóvil de la marca Volkswagen, modelo Gol, que fue arrastrado por el agua y volcó a un costado de la calle. Los ocupantes pudieron salir.

Vilson Schorr, un productor agrícola, confirmó que el raudal arrasó con un tajamar de 2 hectáreas aproximadamente de su propiedad, en el que tenía producción de peces. El mismo está conformado por una represa que se había construido hace 30 años aproximadamente para producir energía eléctrica, cuando aún no había red en la zona, y nunca fue afectado por los fenómenos climáticos, de acuerdo con su explicación.

“Destrozó toda la represa. Ahora tengo que reparar eso. Creo que es consecuencia de los que no hacen conservación de su chacra. Encontramos solo dos tilapias atoradas en un bambú”, afirmó.

Los registros marcaron 150 milímetros en el centro urbano de Naranjal, pero hacia la ruta PY06, que está distante apenas a 7 kilómetros del lugar, la marca ya ascendió a 210 milímetros de agua.

“Hacia la colonia Paso de Tigre de Ñacunday, ubicada al límite con Naranjal, la marca llegó a 360 milímetros, mientras que en Villa Aurora se registraron 270 milímetros y 400 milímetros en la Estancia 7, conforme a lo que afirmó su propietario esta mañana”, relató Silvio Finkler, concejal del distrito de Naranjal.

PREVENCIÓN. “Todavía es necesario hacer la curva de nivel y más todavía en esta zona, que recibió tanta agua, viene de área de cultivo donde no hubo prevención de erosión. La siembra directa muy bien, pero hay que prevenir la erosión”, comentó Bjarne Fostervold, misionero en la comunidad Aché de Puerto Barra, distrito de Naranjal.

Fostervold señaló que si bien se mantiene la cantidad de agua caída en cada año, este tipo de fenómeno se produce cuando la naturaleza devuelve el agua que no había caído durante la larga sequía que se experimentó en el país, hasta hace unos meses.

“La cantidad de agua que cae anualmente se mantiene entre 2.200 a 2.300, pero hemos pasado una sequía muy fuerte y está desequilibrada. Hay que ver si son componentes del cambio climático o si es cíclico todo esto. Puerto Barra tiene registro de heladas en 8 grados bajo cero en los años 70, pero en la actualidad las heladas ocurren a 1 grado o a 3,5 grados. Antes las frutas sensibles al frío solo se podían tener en la parte alta de Naranjal, ahora tenemos mango, banana, mamón y otros en Puerto Barra”, explicó al referirse a clima.