El temor de que el país andino resuelva no seguir impulsando el fortalecimiento de este mecanismo de integración promovido por Sebastián Piñera, presidente saliente de Chile, creció con el triunfo del joven izquierdista, Gabriel Boric, en las elecciones presidenciales de diciembre último. Y aún más, al anunciar este que su gobierno dará prioridad a la Alianza del Pacífico y no a Prosur. El presidente Mario Abdo Benítez asumirá en representación de Paraguay la presidencia pro tempore que dura un año. En este lapso tendrá como principal reto evitar el debilitamiento del organismo del que reemplazó a la Unasur de Nicolás Maduro.
Los países que crearon Prosur son Argentina, Brasil, Chile, Colombia; Ecuador, Paraguay, y Perú. Sin embargo, el organismo atraviesa un proceso de debilitamiento con la salida de Argentina y Perú. Y con la victoria en Chile, Boric instaló la incertidumbre de si un gobierno de izquierda querría permanecer en este espacio de integración creado por mandatarios de derecha. Las recientes declaraciones de Boric, que declinó a una invitación de Piñera para asistir a la Cumbre de Presidentes, anticipa que no resultará fácil para la PPT mantener la cohesión de los Estados miembros. El Prosur apunta a convertirse en un espacio de diálogo y cooperación de todos los países de América del Sur, “para avanzar hacia una integración más efectiva”. Pero formar parte de él demanda vigencia plena del Estado de Derecho y respeto pleno a las libertades y a los derechos humanos.