Pero la gran tarea que tendrá el nuevo Gobierno que se instale será mejorar los abrumadores números de la democracia, que reflejan un enorme descontento en cuanto a su funcionamiento.
En su informe del 2021, el Latinobarómetro reveló que el 93% de los paraguayos dicen que se gobierna para grupos poderosos en su propio beneficio.
Esta cifra creció en comparación con la investigación anterior, del 2016, en la que se apuntaba que el 88% creía que en Paraguay se gobernaba solo para beneficiar a los poderosos.
También en el 2021, el Latinobarómetro indicaba que el 56% de los paraguayos no apoyaban la democracia.
Por su parte, en su informe El estado de la democracia en las Américas 2021, la organización IDEA Internacional señala que la mayoría de los países de América Latina y el Caribe presentan un desempeño democrático de nivel medio, a excepción de cuatro de ellos, entre los cuales está Paraguay, además de El Salvador, Guatemala y Jamaica, que tienen un desempeño bajo. Mientras que el único con desempeño alto es Uruguay.
Candidatos. Tres son los principales candidatos con miras a la presidencia para las elecciones del 30 de abril de este año, quienes deberán presentar sus propuestas para reducir la gran desigualdad en el país, donde solo el 9% cree que la distribución de la riqueza es justa, según el Latinobarómetro.
Por la Asociación Nacional Republicana (ANR), Santiago Peña y su dupla Pedro Alliana, cartistas, son los candidatos a la presidencia y vicepresidencia, con una línea muy conservadora. Por el sector de la oposición, la Concertación Nacional está representada por el liberal Efraín Alegre y su compañera, la independiente Soledad Núñez, quienes se definen como moderados. Y en tercer lugar, la fórmula de Euclides Acevedo y Jorge Querey, con ofertas progresistas como plan de Gobierno.
Partidos. Uno de los efectos de un Gobierno que favorece solo a sectores poderosos es el debilitamiento del sistema de partidos.
Los partidos son importantes para la democracia y su debilitamiento puede afectar el buen funcionamiento de las instituciones y la conexión de estas con la sociedad, según el director de IDEA Internacional en Paraguay, Salvador Romero Ballivián.
“Varios factores influyen en este declive: El desencanto ciudadano con los rendimientos de los gobiernos, que agotan el crédito de los partidos gobernantes; liderazgos políticos que pierden progresivamente el contacto con la ciudadanía y que parecen privilegiar sus propios intereses o gobernar en beneficio de sectores poderosos; escasa renovación de cuadros dirigentes que aleja a una probable militancia juvenil, que prefiere otras opciones para involucrarse en asuntos públicos. El problema es que, como nos muestra la experiencia latinoamericana, cuando un sistema de partidos se desestructura, no se ha logrado la constitución de uno nuevo. Entonces, las democracias funcionan con organizaciones frágiles, que se crean y desaparecen rápido, con alta imprevisibilidad en su comportamiento, lo que solo complica la gobernabilidad y la relación entre el Estado y la sociedad”, analizó Romero, teniendo en cuenta el contexto latinoamericano.
56%
de los paraguayos no apoyan la democracia, según señala el informe del Latinobarómetro del año 2021.