06 jun. 2025

Desafío para las empresas

Ayer tocó el timbre de casa, un hombre joven (unos 28 años), me pidió algo de comer.

- No te quiero molestar señora, solo te pido algo para comer porque “che caneo” y… traeme na una bolsa y una escoba, te voy a barrer y juntar las hojas de tu vereda.

Calenté la comida y se la pasé en un plato.

Me agradeció y me contó que venía de la campaña buscando un trabajito y que mientras tanto duerme en un “dormitorio” donde paga 10.000 guaraníes para tener un colchón y descansar a la noche.

Tengo que reconocer que me impresionó su pedido, su forma de hablar y de expresarse.

Al día siguiente, a la tardecita caminando por el Parque Carlos A. López, me encontré con 3 vagabundos bien mayorcitos, uno de ellos durmiendo en un banco. Me contaron que viven allí porque no tienen a donde ir.

-Para qué te voy a mentir señora, solamente la caña nos ayuda a dormir aquí.

Podemos contar muchas historias de nuestros pobres, los vemos y los sentimos a diario, tocando puertas, rogando para comer, otros insistiendo que se les compre frutas, hortalizas, canastillas, plantas para el jardín, etc.

Todo se ha puesto mucho más difícil.

Una persona en pobreza extrema no tiene recursos para comprar lo más básico. Destinan todos sus ingresos para comprar alimentos, no les queda saldo para otras necesidades. Incluso muchos viven en una situación que va más allá de la carencia de alimentos, como el agua potable, las viviendas en situación calamitosa que no soportan temporales, los servicios médicos que no alcanzan para atender a todos. Es un problema grave que atenta contra los Derechos Humanos.

La pobreza extrema en nuestro país está en torno al 10%. Tenemos aproximadamente 7 millones de habitantes. Calculando serían unos 700.000 compatriotas en esta franja sin poder salir de esta situación. Nos preocupa esta angustiante situación en que viven tantos compatriotas nuestros.

De acuerdo con el informe Repercusiones en América Latina y el Caribe de la guerra en Ucrania: ¿Cómo enfrentar esta nueva crisis?, presentado en Santiago de Chile por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la pobreza pasaría de 29,8% (2018) a 33,7% (2022), mientras que la pobreza extrema sería de 10,4% en 2018 a 14,9% este año, con énfasis en México, Colombia, Brasil y Paraguay.

Pregunto a nuestras autoridades del Gobierno Ejecutivo, Legislativo y Judicial. ¿Qué medidas tomarán ante este presagio que volverá a castigar a nuestro sufrido pueblo paraguayo? Será, (Dios nos guarde), ¿un nuevo aumento a los parlamentarios?

Y pregunto y desafío a los empresarios y empresarias creativas… ¿Qué podemos hacer para evitar tanta pobreza, hambre y dolor?

Que el Señor nos ilumine para que todos nos hagamos cargo.