05 ago. 2025

Denuncian una “alta intencionalidad” en incendios en Chile

Controlado. Los bomberos trabajaron arduamente  para  extinguir el fuego en Valparaíso.

Controlado. Los bomberos trabajaron arduamente para extinguir el fuego en Valparaíso.

El presidente Sebastián Piñera viajó ayer al puerto más turístico de Chile, Valparaíso, donde las autoridades denunciaron una “alta intencionalidad” en los incendios que afectaron a 245 viviendas en la Nochebuena.

Piñera acudió hasta la intendencia de Valparaíso, ubicado a 120 kilómetros al oeste de Santiago, y anunció una serie de medidas de ayuda a las cerca de 700 familias afectadas por el incendio que se desató la tarde del martes, consumiendo rápidamente unas 150 hectáreas de pastizales en la parte alta de los cerros Rocuant y San Roque, sin que se registraran heridos ni víctimas fatales.

“No vamos a dejar solas a las familias afectadas”, dijo Piñera, que no avisó de su viaje a Valparaíso, uno de los lugares más visitados de Chile.

Las causas de los siniestros, que según Piñera ya se controlaron, son investigadas por el Ministerio Público, pero el ministro de Agricultura, Antonio Walker, afirmó ayer que detrás de este y otros incendios ocurridos en la misma región en las últimas semanas hay “una alta intencionalidad”.

“Hay indicios y algunas evidencias de que fue un incendio intencional, y si así fuera, sería extraordinariamente grave”, afirmó por su lado Piñera.

AYUDA. El presidente chileno anunció que las familias afectadas recibirán un bono para la compra de enseres, según la afectación de sus viviendas, y otro para el alquiler de una propiedad, ambos destinados a superar la emergencia inmediata.

Además, en el marco de medidas más definitivas, el mandatario anunció un programa de subsidios para que los afectados puedan comprar otra vivienda, nueva o usada, pero en otro lugar.

“No podemos seguir construyendo viviendas en zonas de alto riesgo”, dijo el mandatario, sobre los asentamientos, algunos ilegales, que se multiplican en los cerros de Valparaíso, donde el fuerte viento, la sequía y una precaria urbanización conspiran para hacer crecer las llamas. En tanto, algunos afectados insisten en quedarse en esos lugares.

“Yo me quedo aquí. Llevo 30 años en mi sector. Vamos a volver a levantarnos y construir en el mismo lugar”, sostuvo Irma Victoriano, de 46 años, del cerro San Roque.

“Alcanzamos a salir vivos, pero voy a volver a vivir ahí mismo, porque no tenemos más dónde ir. Volveremos a reconstruir (nuestra casa) con mi familia”, afirmó por su lado Iris Valdés, de 31 años, también habitante del cerro San Roque.