Una serie de cuestionamientos generó la intervención en la zona de la reserva natural de la localidad de Benjamín Aceval. Miembros del grupo ambiental Karugua Ha’e Tekove señalan que fue alterado el espacio caracterizado por su diversidad biológica, a pesar de las varias advertencias hechas a la autoridad local. En tanto, el jefe comunal, Óscar Duarte, sostiene que el área se trata de una vía pública y aún no pertenece al humedal.
Desde el Ministerio del Ambiente señalaron que desconocen el proyecto, pero que cualquier intervención en zona de cursos hídricos necesita de evaluación de impacto ambiental.
“Muchas aves utilizaban esa zona –ahora rellenada– como lugar de anidación, fuente de alimento y protección. Hoy nada de eso existe, tanto para los pájaros ni otros tipos de reptiles, anfibios y hasta mamíferos que pudieron haber estado allí”, lamentó el coordinador del grupo ambientalista y veterinario, José Petters.
Añadió que la idea de que la gente visite el lugar para conocer el humedal es fantástica. Pero hay muchas otras formas y no precisamente transformar una extensión de espejo de agua para convertirla en una plaza donde hasta clases de zumba llegaron a organizar.
Además del relleno, al final del tramo fue creada un área de recreación con bancos, columpios y neumáticos reciclados. Toda la dotación fue pintada con diversos colores. Al respecto, Araceli Frasqueri, integrante del grupo Karugua, señaló que estos tonos llamativos no son los adecuados para un humedal ya que las aves la asocian con sus depredadores y se alejan cada vez más del lugar. Indicó que a pesar de las sugerencias hechas al intendente sobre la pintura y el relleno, de igual manera “hizo lo que a él mejor le parecía”.
Obra. “Una cosa es la zona inundable y otra el humedal. Nosotros intervenimos una calle pública que nunca fue habilitada, de 800 metros de extensión y solamente el extremo final, que son apenas 20 metros, afecta no al humedal ni a la cuenca del cauce del río Verde, sino el borde de la zona inundable. Esa zona casi todo el tiempo permanece seca y no era lugar de alimentación de animales, si ahora hay espejo de agua alrededor es gracias a la intervención artificial”, indicó el intendente Óscar Duarte.
Agregó que se trataba de un lugar desconocido donde la cacería furtiva era una constante y luego de la intervención el sitio comenzó a ser visitado y valorado.
Reconoció que no cuenta con licencia ambiental “porque es una calle”. Dijo que ya no realizarían más rellenos, sin embargo, al final de la cobertura se observa un montículo de tierra que, según Duarte, sería para un mirador planteado por el grupo ambientalista. Sin embargo, Petters dijo que la propuesta fue planteada hace años y nunca recibieron respuesta, por lo que le extrañó que ahora pueda ejecutarse. Sobre la inversión de la obra, el intendente dijo que “no habrá” alcanzado los G. 50 millones.