El régimen sirio acusó a grupos “terroristas” de haber perpetrado un ataque químico en la ciudad de Alepo, un drama que provocó un centenar de casos de problemas respiratorios y motivó ataques de represalia el domingo de la aviación rusa.
Una coalición rebelde desmintió su implicación en el ataque contra Alepo, gran ciudad del norte sirio controlada por el régimen. Las autoridades sirias y Rusia evocan el posible uso de “gas cloro.”
En un país destrozado desde 2011 por una guerra que ha causado más de 360.000 muertos, los rebeldes, al igual que el régimen de Bashar al Asad, han sido acusados en numerosas ocasiones de haber usado armas químicas, prohibidas por el derecho internacional.
Pero el sábado, las autoridades sirias acusaron a “grupos terroristas” (como el régimen llama a los yihadistas y los rebeldes) de atacar Alepo.
Un fotógrafo de la AFP en la ciudad presenció la llegada al hospital de decenas de civiles con dificultades para respirar, entre ellos mujeres y niños.
Los heridos, que parecían mareados y presentaban problemas para respirar, fueron atendidos con máscaras de oxígeno.
La agencia oficial Sana informó de “107 casos de problemas respiratorios“, tras un primer balance que hablaba de alrededor de 50 heridos.
Por su parte, el Observatorio Sirio de Derechos del Hombre (OSDH) informó de “94 casos de problemas respiratorios”.
El jefe de la policía de Alepo, Esam al Shili, acusó a “los grupos terroristas” de haber utilizado “cohetes que contenían gases tóxicos”.
En Moscú, el ministerio de Defensa ruso habló de “explosivos que al parecer contenían cloro”.
A modo de represalia, “la Fuerza Aérea rusa llevó a cabo ataques aéreos” contra posiciones de “terroristas“, según el ministerio de Defensa ruso. “Todos los objetivos fueron destruidos”. AFP