En una homilía en la Casa Santa Marta, el papa Francisco mencionó: “La esencia del demonio es destruir o directamente con vicios y guerras, o intenta hacerlo ‘educadamente’, llevando a vivir según ‘el espíritu de la mundanidad’”.
“El demonio, cuando toma posesión del corazón de una persona, se queda ahí, como en su casa y no quiere salir de allí”. “Y esta lucha – advirtió– se lleva a cabo dentro de nosotros. Cada uno de nosotros está en lucha; quizá sin que lo sepamos, pero estamos en lucha”.
“La esencia del demonio es destruir” –reafirmó el Papa– y explicó que su vocación es, precisamente, “destruir la obra de Dios”.
“Nosotros somos cristianos, católicos, vamos a misa, rezamos. Parece todo en orden. Sí, tenemos nuestros defectos, nuestros pequeños pecados, pero parece que todo está en orden.
Y él se hace “el educado”: Va, ve, busca a una linda pandilla de amigos, llama a la puerta –‘Permiso, ¿puedo entrar?’– toca el timbre. Y estos demonios educados son peores que los primeros, porque no te das cuenta y los tienes en casa.
Este es el espíritu mundano, el espíritu del mundo. El demonio o destruye directamente con los vicios, con las guerras, con las injusticias directamente, o destruye educadamente, diplomáticamente, así como dice Jesús. No hacen ruido, se hacen amigos, te persuaden –”No, vete, no hagas tanto, no, pero (...) hasta aquí está bien y te llevan por el camino de la mediocridad, te vuelven un ‘tibio’ en el camino de la mundanidad”.
“Ante estos demonios educados que quieren entrar por la puerta de casa como invitados de bodas, decimos: ‘Vigilancia y calma’. Vigilancia: Este es el mensaje de Jesús, la vigilancia cristiana. ¿Qué sucede en mi corazón? ¿Porqué soy tan mediocre? ¿Porqué soy tan tibio? ¿Cuántos ‘educados’ viven en casa sin pagar el alquiler?”.
(Frases extractadas del link https://www.vaticannews.va/es/papa-francisco/misa-santa-marta/2018-10/papa-francisco-homilia-misa-santa-marta-demonio-mundanidad.html).