“Odiaba la tierra batida, ahora es seguro que me gusta un poco más”, bromeó el ruso, que había perdido tres veces en Roma.
Con este título, el ruso se convertirá el lunes en N° 2 del mundo, por delante de Novak Djokovic, en una clasificación que estará dominada por el español Carlos Alcaraz, lo que tendrá su importancia para los cuadros de Roland Garros, que da inicio en una semana.
En la segunda final de su carrera sobre tierra batida, después de la perdida en Barcelona en 2019, Medvédev, de 27 años, dio una lección a su joven rival de 20 años, verdugo de Nole Djokovic en los cuartos de final.
El tenista ruso superó en la final a Rune y se quedó con el Máster 1000.